Parecía que esta noticia nunca iba a llegar pero al fin, Sadam Husein ha sido capturado.
Muchos han sido los que han dado su vida por el empeño de Bush y sus acólitos en llegar a este momento. Entre ellos, compañeros periodistas como Julio A. Parrado y José Couso. Y posiblemente, el hecho de esta detención sea un pobre consuelo para todas las familias que han perdido a alguien en esta guerra.
Pero no podemos olvidar que hoy, muchos iraquíes, dormirán un poco más tranquilos. Y que tal vez, sólo tal vez, algunos otros tiranos estén pensando que han de poner sus barbas remojar.
Esto nunca podrá justificar una guerra absolutamente ilegal, pero ojalá sea el principio del fin de muchas otras tiranías.