He de confesar que estoy de acuerdo en que Medem, o cualquier otro realizador, escrito, creador o persona debería poder contar con absoluta libertad de expresión, y aunque soy un desastre para recordar a los autores de las citas, sí que recuerdo esa tan importante de: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero daría mi vida por tu derecho a defender tu postura”.
Y si Medem hubiera cometido algún delito tipificado como por ejemplo apología del terrorismo, pues ya actuarán las autoridades competentes y tomarán medidas en el asunto. O así debería ser.
Defender la libertad de expresión es lo que la Academia del Cine Español sostuvo el otro día. O sea ,lo que el gran público entiende como la voz del cine, se posicionó muy claramente la otra noche en la entrega de los Premios Goya, o como quiera que se llamen ahora.
La cuestión es si la Academia tiene derecho a politizar el acto más representativo del cine español, y qué criterios sigue para escoger temas que defender o que atacar.
Al respecto, Antonio Carballo, director de Cineinforme, ha escrito un editorial muy interesante que aquí os dejo por si os apetece comentar.