Icono del sitio SoniaBlanco.es

El arte de no decir nada

El País publica hoy un bonito editorial sobre la protección infantil contra la telebasura que perfectamente podría ser un ejemplo para los estudiantes de periodismo de cómo rellenar cuatro párrafos y no decir absolutamente nada.
Como muestra un botón (las negritas son mías):

ELPAIS.es – Opinión – Protección infantil

Sería mucho mejor que hubiera una voluntad común para establecer una autorregulación (que no tiene por qué significar censura) en materia infantil a la espera de que se establezca un órgano profesional independiente. Pero antes de adoptar medidas de simple aplicación de la ley, resultaría sensato que Zapatero o representantes de su Gobierno hablen con los propios operadores privados para hacerles ver que es un problema que exige una solución entre todos. El Gobierno tiene potestad sobre TVE, pero no sobre las demás cadenas no estatales. La directora general de RTVE ya ha pedido a sus subordinados que se impliquen en la lucha contra la telebasura, y ofrezcan más programas infantiles. En cualquier caso, lo que la autoridad pública está en su derecho es en obligar al cumplimiento de la ley, que exige no emitir programas dañinos para los menores durante la franja que va desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche. Sobre todo, el esfuerzo debería centrarse en el horario de tarde, entre las cuatro y las ocho, cuando los pequeños pasan más horas frente al televisor.

Y yo voy a añadir algo incluso más obvio que todo este editorial, que ya es decir:
Las soluciones son muy sencillas:
1.- Obligar a cumplir la directiva comunitaria al respecto.
2.- Crear de una vez el órgano audiovisual independiente con potestad para determinar lo que está dentro de los límites y lo que no. Si ya funciona en la mayoría de países europeos, no sé por qué nosotros íbamos a ser distintos.

Salir de la versión móvil