Qué razón tenía el que dijo que las armas bacteriológica en Irak deberían haberlas buscado en las guarderías. Está claro que no hay nada como tener una granja ambulante de gérmenes (léase “tierno infante”) alrededor para ir pillando resfriados consecutivos. Y el hecho de dejar de fumar es algo que no suele ayudar en estos casos.
Por estos motivos, y mientras necesite mis escasas fuerzas para luchar contra los virus, declaro esta bitácora en cuarentena para no propagar la infección a mis lectores.
Gracias por vuestra paciencia y hasta pronto.