Para leer más sobre telebasura (Act. 1)

Hoy hay dos artículos interesantes en Diario Sur sobre la telebasura y hasta dónde estamos llegando.
Por un lado, José A. Garriga Vela reflexiona sobre lo que él llama La ventana del terror, que incluye frases tan categóricas como:

La televisión se ha convertido en la peor arma contra la imaginación y el desarrollo humano. La solución es eliminar la mayoría de las programaciones y empezar de cero…
…El público prefiere que le salpique la sangre de los corazones destrozados de los famosos del mundo rosa a ponerse a ver una tertulia interesante, un concierto o una buena película…
…Los niños crecen entre un juego cruzado de matanzas reales y ficticias. A los ocho años de vida ya han visto miles de muertos. Han visto también cómo se tratan los adultos en los programas del corazón. Han visto pasar la vida por delante de su asiento instalado demasiadas horas en el mismo sitio, frente a la misma ventana del terror…

Por otro lado leo con el poco estupor que ya me queda, que Channel 4, canal de televisión público británico, proyecta un nuevo reality show llamado “Dust to dust” (Polvo al polvo), en el que el sujeto a observar será un cadáver y la supuesta gracia está en ver cómo se descompone (!)
Si me cortan las venas, ni sangro.
Indirectamente relacionado y muy recomendable el artículo de Manuel M. Almedia en: Mangas Verdes » Famosos y famosillos: la neoaristocracia emergente
Actualizado: 17:40
Si alguien me hubiera comentado lo que Carmen nos envía, no le habría creído. Sin embargo El Confidencial Digital ha publicado que Globomedia estudia dar vida a un reality show basado en el cambio de personas con terapias psíquicas:

El Confidencial Digital

Una vez descartada la llegada a España del reality de cambios de imagen a través de cirugía estética, aparecen sus variantes. La productora Globomedia investiga las posibilidades de un formato basado en la terapia psicológica para la transformación de las personas.
En la factoría del Grupo Árbol se habla de una fase de estudio muy preliminar, lejos de las primera línea de trabajo pero se reconoce el interés por esta oferta: acompañar, cámara en mano, en el proceso de cambio a aquellas personas que estén deseando dar un giro a un aspecto de su vida, mal orientado desde el punto de vista psicológico.

Lo dicho, más vale que no me pinchen.