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Susan Sontag ha muerto

Sin duda es una de las escritoras más influyentes de la cultura contemporánea, la que hoy se despide de nosotros, a los 71 años de edad y víctima de una leucemia. De hecho frecuentemente se la llama El dolor de los demás” (Alfaguara, Madrid, 2003) está cargado de reflexiones tan brillantes como ésta:


Pero la causa contra la guerra no se sustenta en la información sobre el quién, el cuándo, y el dónde; la arbitrariedad de la matanza incesante es prueba suficiente. Para los que están seguros de que lo correcto está de un lado, la opresión y la injusticia del otro, y de que la guerra debe seguir, lo que importa precisamente es quién muere y a manos de quién. Para un judió israelí, la fotografía de un niño destrozado en el atentado de la pizzería Sbarro en el centro de Jersusalén, es en primer lugar la fotografía de un niño judío que ha sido asesinado por un kamikaze palestino. Para un palestino, la fotografía de un niño destrozado por la bala de un tanque en Gaza es sobre todo la fotografía de un niño palestino que ha sido asesinado por la artillería israelí. Para los militantes la identidad lo es todo. Y todas las fotografías esperan su explicación o falsificación según el pie. Durante los combates entre serbios y croatas al comienzo de las recientes guerras balcáncias, las mismas fotografías de niños muertos en el bombardeo de un poblado pasaron de mano en mano tanto en las reuniones propagandísticas serbias como en las croatas. Altérese el pie y la muerte de los niños puede usarse una y otra vez.
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