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Ética Blogger: sí pero… (Act.)

La blogosfera se está cuestionando sí hace falta una ética para los bloggers o por el contrario el pacto implícito entre autores y lectores ya presupone que usted se lo cree si quiere o no.
Todo viene a raíz del artículo en el que Enrique Edans cuestiona la presunta utilización que Nacho Escolar hace de su blog como herramienta de marketing, y que José Luis Orihuela comenta dando una serie de enlaces muy interesantes.
Como era de esperar no ha faltado quién se eche las manos a la cabeza defendiendo la inutilidad de un código ético, y el problema, como casi siempre, viene de mezclar churras con merinas.
Evidentemente no se trata de crear el Colegio Oficial de Bloggers en el que haya que acreditarse debidamente para poder publicar en una bitácora. Pero sí debe haber una clara distinción entre lo que publicamos los profesionales de la información y “el resto”.


Está claro que no leemos igual el blog de Nacho Escolar o el Weblog de una mujer gorda por citar dos ejemplos de reconocido prestigio. Sin embargo mientras que el primero se presenta como el trabajo de un periodista, el segundo es un ejercicio literario que se presenta como tal.
Como periodista intento que la información sea tratada según criterios periodísticos en esta bitácora. Y me podré equivocar, como todo el mundo, pero mis criterios están claros e intento que la información que doy sea veraz y fácilmente contrastable (añadiendo enlaces a las fuentes originales).
Y si me presento ante mis lectores como una periodista, tienen todo el derecho del mundo a pedirme profesionalidad. Y si un buen día tengo la extraña necesidad de publicar que en lo más profundo de mi corazón estoy convencida de que Pierce Brosnan es gay (lo cual hace sensiblemente más llevadero el hecho de que es inalcanzable para mí) puedo abrir tantos blogs anónimos como quiera para ello, y no tengo que dar explicaciones de si esa información me llegó por inspiración divina o tras una larga noche de tequila y rock&roll.
Por tanto, sí creo que es necesaria una ética blogger, restringida a los profesionales de la comunicación, pero no es otra que el código ético que ya existe en los periodistas de medios tradicionales.
En mi opinión esto es de sentido común, y si no, que venga Atalaya y lo vea.
Actualización 11/02/05:
Ojo al texto, la bitácora de Álvaro Ramírez Ospina. Dilemas morales y la blogosfera (pública).

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