Muchos católicos (y no católicos) se han sentido ofendidos ante la noticia de que El cardenal Law oficia una misa por el Papa entre las protestas de víctimas de abusos sexuales. Y esto es así porque básicamente este cardenal fue obligado a dimitir de su archidiócesis en Boston cuando se destaparon centenares de casos de pedereastia, que él podría haber encubierto, trasladando a los curas responsables a otra parroquia, en vez de expulsarlos y denunciarlos.
Es lógico que las víctimas de abusos sexuales se sientan indignadas ante el hecho de que se le conceda tal relevancia pública a alguien que supuestamente podría haber evitado muchos de estos delitos, y así lo han hecho saber a las puertas de la Basílica de San Pedro (dónde actualmente ejerce como arcipreste), lugar en que se han repartido pasquines informando de este hecho.
Sin embargo, y como no podría ser de otra manera, los norteamericanos no iban a perder la oportunidad de espectacularizar esta terrible tragedia y, según publica hoy The New York Times,escándalo de los abusos sexuales en la Archidiócesis de Boston que sacudió los cimientos de la Iglesia, así como de la elitista sociedad bostoniana.
Algo me dice que no tardaremos mucho en ver la película por estos lares.
Páginas relacionadas
Our Fathers