Los firmantes,
Manifestamos,
– Que al calor de los resultados fruto del esfuerzo en la creación de
contenidos culturales, existe una floreciente industria de difusión
y distribución de dichos contenidos.
– Que la extrema vigencia temporal de los denominados “derechos de
autor” tal y como están establecidos en la actualidad representan
una barrera a la incorporación de la cultura al dominio público,
bien común, en una época histórica análoga a la que acompaña la
revolución de la imprenta.
– Que desde determinadas organizaciones se viene incurriendo en un
proceso de demonización de la red de difusión, distribución e
intercambio de información más igualitaria jamás concebida, así como
en un afán recaudatorio injusto, abusivo y a todas luces excesivo.
– Que la mera edición impresa, o publicación de cualquier contenido
audiovisual disfruta de unos derechos de explotación comercial cuyo
plazo de duración, ampliado artificialmente, amenaza el ejercicio
del derecho de acceso universal a la cultura.
– Que la historia reciente muestra, con ejemplos como los logros
obtenidos por el software libre, que el poder creativo, intelectual
y cultural de los inmensos colectivos a que dan lugar las redes de
telecomunicaciones no puede ser despreciado.
– Que el acceso universal a la cultura beneficia tanto al público como a los
creadores.
– Que nadie posee ni nuestros pensamientos, ni nuestras ideas.
Renegamos,
– De los argumentos falaces que equiparan la cultura con la
explotación comercial, industrial o que la degrada a un mero
elemento de consumo.
Reivindicamos,
– Que acorde a los tiempos, se garantice el acceso universal y la
distribución masiva, de forma libre y gratuita de todos los
contenidos culturales propiedad del estado en sus fondos,
bibliotecas o almacenes de depósito legal.
– Que la sociedad, la industria y los autores busquen un nuevo modelo de
relaciones económicas que, en vez de constreñir el uso de las tecnologías de
la comunicación, potencie y se aproveche de su desarrollo y multiplique sus
beneficios.
– Que este nuevo acuerdo entre los autores y el público garantice las
recompensas necesarias para incentivar la creación sin impedir la difusión
de la cultura.
– La limitación temporal de los llamados “derechos de autor” en unos
términos más acordes con el derecho de acceso a la cultura
reconocido por la Constitución Española y la Declaración Universal
de Derechos Humanos.
– La recuperación de las funciones originariamente atribuidas al
Ministerio de Cultura en detrimento de la actual actitud de
salvaguardia a la industria del entretenimiento.
Exigimos a nuestros representantes y poderes públicos,
– Que lleven a cabo las medidas ejecutivas y legislativas necesarias
para llevar a la práctica las reivindicaciones arriba expuestas
tanto en el ambito nacional, como especialmente en el ámbito de la
Unión Europea.
e Invitamos a la ciudadanía a que haga suyo este Manifiesto.
Las personas u organizaciones que deseen adherirse a este manifiesto lo pueden hacer en