La tecnología nos está desbordando. O mejor: el mal uso de la tecnología nos está desbordando.
Es un hecho que muchos niños de ahora tienen teléfono móvil a partir de los 10 años más o menos. Esto en principio no tendría por qué ser malo, ya que en una sociedad que exige trabajar a los dos progenitores y tener a los niños con amigos o cuidadores, es bueno el poder tener un método de comunicación directo con ellos.
Ahora bien, resulta que los niños ya no se conforman con cualquier movil, sino que tiene que ser el de última generación, y si no se avergüenzan ante sus amigos y prefieren dejar su obsoleto teléfono en casa.
Pero lo que ya se escapa a mi entendimento son situaciones como las que El Mundo publicó ayer:
Y como siempre habrá algún cantamañanas que diga que la culpa es de la tecnología que es muy mala y sólo está ahí para corrompernos.
Pero eso sí: la familia muy bien, gracias.