Nada importante, sólo quiere que le guarde 21 milloncejos de dólares en mi cuenta bancaria mientras ella terminan de realizar algunas gestiones para poder disponer de estas perrillas.
Aquí copio y pego la amable carta:
Como ya os habréis imaginado, no es más que una variante de aquel viejo timo de altos cargos africanos que también querían que les guardáramos dinero, y de haber sido cierto, yo sería ahora una mujer muy muy rica.
Pero no está de más que de vez en cuando lo recordemos aquí a ver si pronto se acaba esta lacra del spam y de las estafas. Además, yo no sé mucho de derecho comparado, pero imagino que la suplantación de identidad debe ser un delito en la mayoría de países.
Y todo esto también me recuerda a dos de las frases publicitarias de una serie que estaban emitiendo en algún canal de pago, y que vienen a ser algo como:
– “Para timar a alguien sólo hace falta que ese alguien quiera algo a cambio de nada”.
– “Es imposible timar a un hombre honrado”.