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¿Autorreguqué? Act. 1

Ya lo dijimos hace más de medio año. Que Paolo Vasile nos había mentido, que su propaganda sobre la autorregulación no era más que papel mojado, y que en realidad no tenía la más mínima intención de modificar unos contenidos que tan buenos resultados de audiencia le están dando.
Ahora bien: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar? Porque se están traspasando todos los límites permisibles y no permisibles. La verdad es que desconozco cuánto tiempo lleva ocurriendo esto, pero lo que me cuesta entender es que ningún medio de comunicación de los supuestamente serios y críticos se haya hecho eco de esto.
Y todo esto viene porque estos últimos días, coincide mi horario de comida con ‘Aquí hay Tomate’, que en principio no debe ser una mala opción para la comida, mejor que un documental del escarabajo pelotero, o el culebrón de turno.
“Es mero entretenimiento” pensaba yo. Creía inocentemente que unos pocos días de telebasura no podían causar graves daños. De hecho el primer día que lo ví pensaba que me había perdido la parte en que se justificaba la inclusión de esas imágenes. El segundo día pensaba que era un recordatorio del primero, y el tercer día ya no pude ver justificación alguna.
Me refiero a las escenas de alto contenido erótico que de repente aparecen en el Tomate (es decir en horario protegido para la infancia, SIN JUSTIFICACIÓN ALGUNA. Repito: SIN JUSTIFICACIÓN ALGUNA. Esas escenas no cuentan nada, no introducen nada, no son recurso de ninguna información, y la única justificación que puedo encontrar es captar la atención del espectador para ver el siguiente reportaje basura, o enganchar a los más jóvenes que suelen ser los más impactados por estas escenas.
Y yo me pregunto: “¿por qué?, ¿para qué?, ¿cómo se permite?, ¿por qué ningún defensor del espectador o del menor dice nada?” Cada vez entiendo menos.
Actualización: 17:15
Las escenas de hoy incluían el trasero de Jorge Javier Vázquez, aunque una, que pretende dormir el resto de su vida sin pesadillas, no se ha quedado a presenciar el lamentable espectáculo. Aunque sigo preguntándome: ¡¿por qué?!
Ya lo habíamos comentado en:
Sonia Blanco – Las declaraciones de Caffarel
Sonia Blanco – Dos nuevos órganos controlarán el espacio protegido de la televisión
Sonia Blanco – Telebasura: tal vez hayamos iniciado el buen camino (Act. 1)
Sonia Blanco – El arte de no decir nada
Sonia Blanco – Otra pequeña luz al final del túnel

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