¡Qué orgullosa debe sentirse una madre al escuchar algo así! Pero siempre hay un comienzo para todo, y según publicaba EPOCA hace algún tiempo El inventor de la telebasura en España fue Pepe Navarro.
El problema no es ése. Si no hubiera sido Navarro ya habría venido alguien a inventarlo (¿Sardá?) El problema es que viendo el programa de este insigne creador, tenemos una terrible sensación de déjà vu que nos incomoda, pero sobre todo nos aburre. Y esa parece haber sido la sentencia de una despiadada audiencia que lo esperaba con expectación, y lo arropó en su inicio con un 20% de share, para terminar huyendo despavoridos y dejarle en un 10%.
- Navarro no se actualiza y huele a rancio.
- Gabilondo no se adapta a la televisión.
- Deborah Ombres debe ser la única friki que hunde el audímetro.
¿Es el fin de una era televisiva? ¿Es el anuncio del apocalipsis?