Reporteros de guerra en Málaga: “El reportero de guerra renuncia al agua corriente, a la luz eléctrica, a una cama que merezca ese nombre, a la cercanía de sus seres queridos. A comodidades físicas pero sobre todo morales: su visión del mundo no será la misma después de contemplar lo mejor y lo peor del ser humano, de tomar aire para mirar de frente las fosas comunes, volver al hotel e intentar despojarse de un olor a muerte que les acompañará el resto de su vida.” Vía: Cameo Media S.L.