Mucho hemos hablado aquí de Javier Sardá. Casi hasta el hartazgo. Pero siempre he defendido en público y en privado que Sardá había sido uno de los mejores profesionales de este país cuando estaba en la radio, aunque ahora sólo hicera telebasura.
Por eso la vuelta de Sardá a televisión me parece una noticia espléndida, máxime cuando dice que abandona el entretenimiento por el puro reportaje.
Creo firmemente que Sardá puede hacer periodismo no del bueno, del mejor, y sólo espero que esta vez no se vea tentado por el lado oscuro de la audiencia, que a estas alturas, y con lo ya ganado, le debe importar un pimiento en vinagre.
Cuando se fué dijo que si volvía lo haría a su casa (Telecinco), y ha cumplido su palabra. Por eso espero que siga cumpliéndola y no vuelva a las andadas…
Sea bienvenido Sardá al ruedo, pero estaremos vigilando…