Lo admito, es un titular premeditadamente escandaloso, como diría Sonia “espectacularizante”, pero es que yo no tengo detrás unas pistolas que me hagan salir en la portada de todos los medios en cuanto digo cualquier cosa.
Y no es que lo que ha dicho ETA hoy sea “cualquier cosa”, por supuesto. Es cierto que el que los asesinos hagan un comunicado diciendo que se acabó la tregua es una noticia relevante, aunque ya la hubieran roto “de facto” hace cinco meses. Es cierto que algo cambia en el sentimiento de la ciudadanía, y de los vascos en particular, sobre ese ficticio estado de tranquilidad del que “disfrutábamos” hasta ahora. Pero a mí no deja de llamarme la atención lo bien que maneja ETA a los medios de comunicación para conseguir lo único que la hace realmente fuerte: la publicidad.
Porque, como toda organización mafiosa… Digo, terrorista, ETA se financia gracias al alcance de sus amenazas; vive de generar terror, de fomentar el miedo en la población, en sus adversarios “políticos” y en los empresarios a quienes chantajean con sus “impuestos”. Y para ello no hay nada mejor que lograr que los grandes medios te dediquen sus portadas, editoriales, análisis, debates, encuestas… ¿Y qué decir de la campaña electoral? Ni siquiera necesitan dar a conocer las siglas bajo las que ¿se ocultan? en cada elección, ya lo harán otros por ellos, y hablarán y hablarán para que todos nos enteremos bien. Una propaganda impagable.
Sé que soy un iluso pensando que sería maravilloso que todos los medios de comunicación alcanzaran un “consenso” (esa palabra tan poco de moda últimamente) para relegar la información publicitaria de ETA a la sección de contactos, por decir algo, pero no puedo dejar de pensar que esa sería una forma mucho más eficaz de luchar contra el terrorismo que los diálogos de besugos a los que estamos acostumbrados.
También sé que muchos dirían que eso sería manipular la información, ocultar a los ciudadanos cosas realmente importantes; yo mismo veo casi imposible encontrar la solución al difícil equilibrio entre ofrecer información puntual y generar publicidad para unos canallas; pero lo que tengo muy claro es que lo que encontramos hoy en todos los periódicos, en la radio, en la televisión, en las conversaciones del bar y en todas partes, es exactamente lo que ETA quería que encontráramos.
Por eso no puedo resistirme a darles mi enhorabuena como publicistas. Serán unos asesinos hijos de mil madres, pero qué bien se lo montan para que se hable de ellos en cuanto se lo proponen.