Ya estoy en Huesca y llevo llevo todo el día pensando en este tema y hablándolo con Antonio Delgado: Primeras imágenes de ‘Rafita’, el asesino de Sandra Palo, en libertad | elmundo.es.
Y la verdad, me debato en un mar de dudas, así que creo que éste será más un post de preguntas que de respuestas.
Porque está claro que AR no ha difundido las imágenes para hacer un servicio a la sociedad, sino para incrementar el morbo y con ello sus audiencias, pero eso no quita que el debate moral esté ahí. La cuestión es que han difundido imágenes de un delincuente, que hoy es mayor de edad, pero que cuando cometió el delito era un menor.
Antonio, con buen juicio, comenta que la difusión de esas imágenes perjudican gravemente al joven, e impiden una futura reinserción en la sociedad.
Pero claro, ¿dónde comienzan sus derechos y dónde comienzan los derechos de la familia de la joven asesinada, violada y quemada por este elemento?
Porque claro, una política de reinserción social es lo deseable en una sociedad civilizada. ¿Pero son iguales todos los delitos? ¿Debemos tratar igual al toxicómano que roba un supermercado que quién viola, mata y quema a una persona?
Este tema es especialmente preocupante cuando hablamos del delito de violación donde la reincidencia es lamentablemente elevada, tal y como podemos ver por ejemplo en este artículo.
Tampoco sé si el hecho de que fuera menor en el momento de cometer el delito es tan relevante en este caso, porque si comete un delito de adulto, deberá juzgársele como a un adulto ¿no?
¿Se debe proteger a estos delincuentes para facilitar su posible reinserción, aún a costa de poner el peligro la vida de otras personas? ¿Se debe practicar un castigo preventivo? Obviamente no, pero ¿acaso no es deber de las instituciones también proteger de posibles peligros?
Lo dicho, que hoy más que nunca espero vuestros comentarios y vuestras reflexiones al respecto, porque yo no consigo verlo claro.