Estos días no hemos parado de escuchar la altísima calidad técnica y la magnífica valía profesional del equipo de Aquí hay Tomate, como si eso fuera eximente de la basura de contenido que emitían.
Eso es muy nuestro, muy español. Estamos poniendo a bajar de un burro a alguien, hasta el día en que se muere en el que todos recordamos lo magnífica persona que era y lo mucho que aportó a nuestras vidas.
Yo, la verdad, no termino de entender que la calidad técnica en su realización sea una virtud, cuándo es lo que menos que se le puede pedir a unos profesionales. Vamos, que la doy por supuesta, y de hecho me molesta esa moda de combinar zoom y travelin para crear ese efecto de mareo, como si el contenido no fuera ya suficientemente vomitivo.
Y todo esto os lo cuento porque acabo de presenciar una de las chapuzas de realización más grandes que jamás he visto en una televisión generalista. Esta mañana, el canal Fama de 24 horas (vale, éste no es generalista, pero luego irá a Cuatro)
Os lo cuento: Víctor Ullate presenta a los chicos a un grupo de bailarines que les van a dar una clase magistral, pero antes van a hacer una exhibición. Todo esto desde un plano fijo, general y ligeramente contrapicado. Era de esperar que fuera un número tomado por varias cámaras, y al menos había otra, sí. Una cámara autónoma con su operador pasando una y otra vez por delante de la cámara fija, muy agachadito y enseñándonos la tira de su calzoncillos.
La primera vez piensas: “qué grito se va a llevar ese pobre desde realizació´n”. Ingenua de mí, el realizador debía estar desayunando o algo porque toda la actuación ha sido ese plano fijo, con la cámara autónoma paseándose por delante.
No sé qué mostrará finalmente Cuatro, pero esto demuestra que no hace falta mucha calidad técnica para arañarle unos cuantos puntos de share al Tomate. Es cierto que también hay peleas y discusiones entre los chicos, pero nada que ver con la degradación de contenidos a la que había llegado el programa que hoy termina.