Ayer, por un segundo, pensé en escribir del Cobragate. Pero lo descarté en seguida por la pereza que me daba. A fin de cuentas payasos mediáticos, los ha habido siempre, si bien es cierto que últimamente parece que están más de moda los creados por las televisiones como Pop Star Queen o Chikilicuatre, por lo que la supuesta espontaneidad del Cobra, le confiere una mínima originalidad.
Sobre lo que ocurrió en TVE sólo me queda algo que añadir. Para mí el culpable es el realizador que debió cerrar plano, ir a Anne Igartiburu y olvidarse de semejante elemento. Y no darle ahí minutos de exposición para bochorno general. Eso es lo que hace un profesional serio.
Sin embargo, esta mañana, me despierto con la noticia en el Hoy por Hoy de que el tal Cobra puede estar negociando una aparición en Sálvame de Cutrex por unos 30.000 €. Y aquí es dónde se me cae el alma a los pies.
No es que me sorprenda. A fin de cuentas Telecinco sustenta su audiencia en Belén Esteban, paradigma de la vulgaridad y la zafiedad. Pero no puedo dejar de preguntarme hasta cuándo vamos a seguir apoyando estas decisiones. Al apoyar estos programas con audiencia estamos admitiendo que nos sentimos identificados con estos personajes, que somos como ellos, que nos reflejan, y lo que es peor, enseñamos a nuestros jóvenes que ése es el modelo a seguir, porque los ensalzamos como héroes modernos.
Hay maneras y maneras de hacer las cosas. Pero algunas televisiones sólo parecen contemplar las peores.