Muchos críticos de televisión en EE UU se han quejado además de que los estrenos de esta temporada no han sido tan buenos, en términos de calidad, y que se empiezan a notar signos de cansancio en la industria televisiva, tras varios años de alabanzas por el alto nivel de sus dramas y comedias. Se libran de las críticas por ahora las cadenas de cable, menos sujetas a la presión de la audiencia y que se han convertido en el refugio de los proyectos más arriesgados.
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