Y mientras nuestra televisión se sigue llenando de telebasura…
La hipersensibilidad de algunos ministros y asesores a los columnistas airados, denunciantes del CEMA como un órgano censor de contenidos e ignorantes de que la mayoría de su responsabilidad regulatoria es técnica, de competencia y transparencia del mercado. Y la indecisión sobre qué hacer con la Subdirección General de Medios Audiovisuales del Ministerio de Industria son algunas de las causas de la renuncia a modificar una Ley Audiovisual aprobada sin un plan claro para la televisión del futuro.