Disclaimer: Este artículo no va contra Terelu Campos, a quién le deseo un completa y rápida recuperación, y a la que agradezco su valentía (junta a la de Concha García Campoy) hablando públicamente de su enfermedad.
Se me ocurren muchos motivos para escribir en este blog de “Sálvame”, pero siempre encontraba algo más productivo que hacer. Sin embargo, estos días atrás, me están tocan la moral más de lo habitual y por eso necesito poner esto por escrito antes de que me salga una úlcera.
Hechos nº 1:
Terelu Campos anuncia el pasado 23 de enero (día arriba o abajo) que tiene un tumor en el pecho y que el miércoles la operan.
Hasta aquí bien. Nada que objetar. De hecho, y respetando el derecho de todo enfermo a llevar su enfermedad como quiera, me pareció muy valiente por su parte contarlo en directo, porque siempre es un buen ejemplo para la sociedad. Además creo que es bueno desdramatizar, dentro de lo posible, e intentar que se vea de un modo más natural, o al menos sin ese miedo que la palabra “cáncer” nos da a todos. Vale que me pareció que le hurgaron demasiado en la herida, pero tampoco esperaba menos de esta tropa.
Hecho nº 2:
El miércoles 25 (creo) es la operación y allí están los reporteros a la salida del hospital para seguir haciéndole preguntas. Como si esto ya no fuera cuestionable, entre medias dedicamos minutos e incluso horas, a hablar de ello en distintos platós de la cadena.
Hecho nº 3:
“Sálvame DeCutrex” del 27 de enero, con entrevista a la paciente en los que nuevamente se le hurga en la herida una y otra vez. Juro que no lo lo estaba viendo, pero cada vez que durante mi zapping me encontraba a Telecinco, era Jorge Javier Vázquez haciendo alguna pregunta dura a la pobre Terelu, para a continuación pedirle que la contestara después de la publicidad. Y esto sucedió tantas veces que me hizo sospechar que esa noche había más cortes publicitarios de la cuenta. No sé si es así, pero en cualquier caso era a todas luces excesivo.
No obstante pensé que con esta entrevista en el “deCutrex” se terminaría el “chou del cáncer”, entre otras cosas porque la propia Terelu pedía seguir con su trabajo para retomar su rutina diaria y con ello no volverse una esclava de la enfermedad. Totalmente comprensible.
El problema está, claro en que Terelu no trabaja en un banco de 8 a 3, sino en la televisión, y con ello vamos al
Hecho nº 4:
Hoy 30 de enero, otra vez vemos como a Terelu le ponen imágenes de todo lo anterior, hasta que, finalmente, la tienen que sacar del plató llorando.
Y digo yo… ¿Hasta cuándo van a estar explotando el cáncer de Terelu? Basta ya, de verdad.
¿Es que esta gentuza no han conocido a nadie en su entorno con la enfermedad? ¿Es que no saben lo duro que es para enfermos y familiares ver estas escenas?
Sólo espero que, ya que están lucrándose de la enfermedad de alguien, al menos tengan la decencia de donar parte de esos ingresos por publicidad a la AECC (Asociación Española contra el Cáncer).