El año pasado fue muy flojo en cuanto a estrenos televisivos se refiere. Casi que tuvimos que conformarnos con dos estrenos británicos como Luther y Downton Abbey para salvar el año; y todo hacía presagiar que este momento dorado de la ficción televisiva había empezado su declive. Ya sólo podíamos confiar en la continuidad de algunas series como The Good Wife.
Sin embargo este año hemos vuelto a tener una cosecha diría que excepcional, con productos estadounidenses como Boss o Homeland y también británicos como Black Mirror.
Pero cuando yo ya pensaba que estaba todo el pescado vendido viene NBC y me trae este increíble regalo: SMASH
Una de esas series que a los cinco minutos, no es que te haya enganchado, es que te ha seducido y subyugado.
Admito que soy absolutamente parcial en mi valoración ya que crecí escuchando Jesucristo Superstar, West Side Story, y los primeros recuerdos cinematográficos que tengo son en una televisión en blanco y negro con un elegante Fred Astaire bailando con una fregona.
Os cuento más: Cuando se estrenó All That Jazz en el pueblo que yo vivía, debía tener unos 10 años, y mi hermana y yo coincidimos en el cine con mis padres. A los veinte minutos nos salimos de la película porque el lenguaje no era apropiado para menores y preferíamos eso a que mi padre nos sacara de allí tirándonos de las orejas. Luego mi padre nos dijo que deberíamos haberla visto hasta el final, y la alquiló en cuanto estuvo disponible en Betamax para que la pudiéramos ver.
Y de verdad, mi corazoncito cree que si Bob Fosse levantara hoy la cabeza, haría una serie como ésta.
El momento batallita viene dado por el hecho de que entiendo que Smash no es un producto para todos los públicos. Si no te gusta el musical no tiene ningún sentido. Es más, te resultará incluso molesta. Pero si te gusta mínimamente el musical, ésta es la serie que estarás esperando cada semana a partir del 6 de febrero, fecha de su estreno oficial en NBC.
Además, han realizado una elegante estrategia de lanzamiento adelantando en las redes el piloto y dejándonos a todos esperando más, mucho más. De hecho comenta Susana Alosete, que es una de las series con más hype de la temporada, pero yo en mi inopia habitual no me había enterado de nada, y fueron ella y José Luis Antúnez quienes me pusieron tras la pista e hicieron que la viera aquella misma noche, con él único conocimiento previo de la participación de Debra Messing en el reparto.
Imaginaos mi sopresa al ver los diez primeros minutos, y mi satisfacción al terminar todo un estupendo capítulo con un reparto excepcional que además cuenta con una brillante Angélica Houston que no hace más que reafirmar la solidez del producto.
Si tan sólo consigue mantener el nivel del piloto, quien os escribe estará más que satisfecha, agradecida.
Como extra bonus os dejo a una de sus protagonistas Katharine McPhee (procedente de American Idol), cantando Somewhere Over The Raimbow