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Smash Finale. Ivy 1 – Karen 0

Smash

Hace año y medio que os hablaba del estreno de Smash, una serie musical con un piloto poco menos que perfecto y que costó 7,5 millones de dólares. Hace unos días ha terminado su segunda y última temporada, tras un vaivén de movimientos en la parrilla y en las tramas, difícil de soportar para ningún producto.

Ayer Alberto Rey escribió un certero artículo sobre la agonía de esta serie que nunca debió cambiar la idea original de Steven Spielberg, cuyo planteamiento se basaba en que la serie desarrollara un musical por temporada, el cual, si tenía aceptación, se llevaría a Broadway realmente.

Estamos de acuerdo en que los musicales son lo que son. La manera de resolver algunas tramas a veces es sorprendente y casi de improviso; porque, seamos sinceros, lo que realmente importa son los números musicales. Sin embargo Smash ha pecado de querer introducir tramas que no sólo no han resultado interesantes, sino que han terminado perjudicando al producto. Y es que ese invento de Hit List ha sido más que lamentable. Rey lo compara con una “ridícula transposición de Rent“, yo fui incluso un poco más cruel en mi veredicto de hace unos días.

Pero es que hay un fallo de base. Lo importante es esta serie era Marilyn, y su musical. E intentar vendernos a Karen Cartwright como una digna intérprete de Marilyn es como pretender que alguien como Wert pueda dirigir los designios de la educación de este país. O sea, está condenado al fracaso. Y esto es así por dos motivos que alguien parece no haber tenido en cuenta. Katharine McPhee canta bastante bien, pero señores: ni baila, ni actúa. Un pequeño detalle sin importancia. Por no hablar de la experiencia musical de Megan Hilty entre la que cabe destacar su interpretacón de Glinda en Wicked, o de Doralee Rodes en 9 to 5. The Musical. No hay color entre ambas.

Megan Hilty como Ivy Lynn

Por otro lado, su personaje, es aburrido hasta decir: ¡basta! Siempre he pensado que hay dos grandes tipos de personajes femeninos. Las Escarlatas y las Melanias, en referencia como imaginaréis a Escarlata O’Hara y a Melania Hamilton en Lo que el viento se llevó. Claramente Ivy Lynn es una Escarlata y Karen Cartwright una Melita. Y creedme, no soporto a las Melitas de este mundo.

Pese a todo lo anterior, ayer, viendo el último capítulo me quedé muy satisfecha. Smash tiene muchos altibajos, incluso demasiados bajos, pero eso no quita que nos haya ofrecido estupendos números musicales, eso sí, la gran mayoría en la primera temporada. Aún así ha merecido la pena. Con nosotros llevaremos el Never give all the heart, History is made at night, I never met a Wolf Who Didn’t Love to How!, The National Pasttime, Let’s be Bad… y por supuesto Let me be your Star.

Bombshell, a pesar del espantoso título, es un estupendo musical que merecería llegar a Broadway, y sólo espero que como tal aún tenga alguna oportunidad… y nosotros que lo veamos.

 

 

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