Anteriormente:
- Donación de vivo de riñón Cap 1: Te doy un riñón pero no una noticia
- Donación de vivo de riñón. Cap 2: La buena educación
- Donación de vivo de riñón. Cap 3: ¿Donde está la mosca? Aquí y aquí
Los días y las semanas van pasando y llegamos a Navidad. Como el estado de mi hermana se estabilizó, los médicos decidieron esperar un poco más para no tener que comer el pavo en el hospital. Lo cual se agradece. Pero los Reyes Magos además de los regalos de rigor, nos trajeron una primera fecha de operación: 24 de febrero.
Pusimos toda la logística familiar en marchar e incluso yo ya lo notifiqué en mi trabajo para que tuvieran tiempo de tomar las medidas adecuadas, teniendo en cuenta además, que mi baja laboral no se produce el mismo día de la operación, sino al menos cuatro o cinco días antes en los que he de “reservarme” de algún modo. Llegados a este punto algunos datos interesantes para quienes se puedan verse inmersos en este proceso:
- Tras la operación he de estar de baja entre cuatro y seis semanas, en función de como me vaya encontrando
- El tiempo de hospitalización estimado para el donante, o sea yo, en condiciones normales, es de unos tres días.
- El tiempo de hospitalización para el receptor, es de una semana.
- Los transplantes en Málaga se realizan una vez a la semana, por la tarde. Donante y receptor ingresan la misma mañana de la operación y se inicia la extracción a primera hora de la tarde.
- Lo normal es que me quiten el riñón izquierdo porque la vena que necesitan para conectarlo al receptor es un poco más larga.
- Por supuesto también en los donantes de vivo hay posibilidad de rechazo del órgano, pero es mucho más infrecuente, y por supuesto en este caso no va a pasar 😉
- Y algo de vanidad: Para el donante, o sea yo, es posible que traigan un cirujano plástico para cerrarme para que no me quede mucha cicatriz. A la pobre receptora le ponen unas grapas por si hubiera que volver a abrir, por un hipotético rechazo que como os digo es muy poco probable.
Todo ello claro, si todo va según lo previsto, que es como va a ir 😉 Pero tranquilos que la operación no es mañana. Hubo una urgencia, y eso provoca un efecto dominó en el que todos los transplantes se retrasan una semana. Así que la operación será el próximo lunes 2 de marzo… O eso creíamos.
Pero lo cierto es que el proceso se está alargando y en estas últimas semanas el estado de mi hermana ha ido empeorando, y es importante que entendais que no todas las insuficiencias renales son iguales. Como os comenté en el capítulo primero, en el caso de mi hermana aún no saben con certeza que es lo que ha causado el daño renal y eso hace que las decisiones se tengan que tomar en función de su estado de salud. De hecho, al final decidieron dializarla y, el pasado sábado que mi hermana estaba en su sesión diálisis, la informaron de que se están planteando extraer el riñón que causa las repetidas infecciones. Ellos siempre intentan evitar tener que extraer los riñones porque prefieren unos riñones que funciones poco y mal a ningún riñón, pero todas decisiones no las toma ninguno de los médicos por sí solo, sino que se reunen para llegar a un acuerdo. También para ellos supone un problema cambiar operaciones de fechas así que estamos seguro de que tomarán la mejor decisión médica.
Hoy será un día largo esperando que nos informen de la decisión…
Eso lo dejamos para Cap. 5: Sin título hasta que sepamos que ocurrirá la semana que viene 😉