El pasado 28 de octubre tuve la oportunidad de participar como ponente en unas jornadasbajo el título: Jornada formativa “Cómo frenar la desinformación desde la administración local” 2024, organizada por el grupo DESINFOAND, y en el que además participaban Laura Teruel, Livia García Faroldi y Jesús Espino.
Elegí un tema que considero urgente: La verificación como herramienta para combatir la desinformación. En un mundo donde los rumores y las fake news viajan más rápido que nunca, hablar sobre verificación es casi una misión. Quiero compartir aquí lo más destacado de mi charla y algunas ideas prácticas para que tú también puedas aportar en esta lucha contra la desinformación.
¿Por qué es importante la verificación hoy en día?
¿Te has preguntado alguna vez cuántas veces has compartido una noticia sin verificarla antes? En la charla expliqué que, aunque este sea un error común, es uno que tiene consecuencias serias. La desinformación puede influir en las decisiones de las personas, desde temas de salud hasta elecciones políticas, y cuando no verificamos, contribuimos a que siga extendiéndose.
Para mí, la verificación es una herramienta fundamental, no solo para periodistas o profesionales de la comunicación, sino para todos nosotros como consumidores de información. Vivimos en una era digital en la que cualquiera puede publicar contenido, y esta libertad conlleva la responsabilidad de verificar antes de compartir. Esa fue una de las ideas principales que quise transmitir: la verificación no es solo una herramienta, sino también un hábito que debemos cultivar.
Herramientas y métodos para verificar información
Durante la charla, compartí algunas de las herramientas y técnicas que utilizo para asegurarme de que la información que consumo y comparto es verídica. Estas son algunas de las más útiles y fáciles de implementar:
- Búsqueda inversa de imágenes: Para evitar caer en noticias falsas, recomiendo siempre comprobar el origen de las imágenes. Utilizando Google Imágenes o herramientas como TinEye, puedes rastrear la fuente original de una imagen y descubrir si ha sido manipulada o usada fuera de contexto.
- Plataformas de verificación de hechos: Hay varias webs que se dedican exclusivamente a desmentir bulos y verificar hechos. Algunas de las más populares y confiables son FactCheck.org, Snopes y Maldita.es. Estas páginas son una referencia en el mundo de la verificación, ya que ofrecen un análisis detallado de noticias y rumores, ayudándonos a entender qué es cierto y qué no.
- Verificación en redes sociales: En la charla, también hablé de la importancia de verificar la autenticidad de las cuentas en redes sociales. En un mar de perfiles falsos y bots, asegúrate de seguir y compartir información solo de cuentas verificadas o de medios con buena reputación.
Además de estas herramientas, también sugerí que desarrollar una mentalidad crítica es fundamental. Esto implica tomarse un momento para cuestionar lo que vemos, considerar si tiene sentido o si nos están manipulando emocionalmente. Es un hábito que lleva tiempo, pero los resultados son muy poderosos.
Consejos prácticos para evitar la desinformación en tu día a día
- No compartas sin verificar: Antes de dar clic en “compartir”, tómate unos segundos para investigar de dónde viene la noticia. A veces, esos segundos pueden evitar que caigamos en trampas de desinformación.
- Investiga fuentes alternativas: Si ves una noticia impactante, busca en otros medios o fuentes confiables para ver si ellos también la han cubierto. Si no encuentras nada, es probable que esa noticia no sea real.
- Mantén una actitud crítica: Desarrollar un “ojo crítico” es crucial. Pregúntate siempre quién gana con esa información, si tiene sentido, o si es demasiado sensacionalista. Estos filtros te ayudarán a evaluar mejor lo que consumes.
- Elige bien a quién sigues en redes sociales: La información que recibes depende en gran medida de a quién sigues. Escoge cuentas y medios confiables, y sé consciente de que no todo lo que aparece en tu feed es necesariamente cierto.
La charla me dejó muchas reflexiones. Para mí, la principal conclusión fue que la verificación es una responsabilidad que compartimos todos. No se trata solo de periodistas o de expertos en comunicación, sino de cada uno de nosotros como consumidores y difusores de información. Al aplicar estos principios de verificación, estamos contribuyendo a construir un espacio informativo más seguro y confiable.
Verificar antes de compartir es un acto de responsabilidad, pero también de empoderamiento. Nos da control sobre el tipo de información que consumimos y nos permite tomar decisiones informadas. Así que, ¿por qué no empezar ahora? La próxima vez que veas una noticia impactante o un rumor en redes sociales, recuerda estos consejos. Así, estarás contribuyendo activamente a un entorno digital más sano y libre de desinformación.
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