El otro día me dispuse a comprar un par de ordenadores para mi oficina, y lo hice a través de la web de la compañía.
Lo curioso es que para rellenar todos los datos para efectuar la compra tuve que contestar a un montón de preguntas. Entre ellas, me llamó especialmente la atención ésta:
Lástima que sólo podía responder SI o NO, si no me habría dado el gustazo de responder algo como: “Pues no, pero si fuera para eso no se preocupe que me compraría un Mac que seguro que no se me cuelga”.
¿Pero en qué cabeza cabe? Suponiendo que yo fuera un terrorista no se lo voy a decir a estos señores, ¿no?
Y suponiendo que yo fuera un terrorista, compro los ordenadores y luego me detienen ¿qué me van a decir?: “La acusamos del delito de terrorismo, pero sobre todo de haber mentido cuándo se le preguntó al respecto.
Porque si no es así, ¿cuál es el objeto de esta pregunta?
Recuerdo preguntas parecidas en los formularios a rellenar cada vez que he entrado en los Estados Unidos, y siempre he pensado que debían tener alguna intención oculta que a mí se me escapa.
¿Algún psicólogo que pueda responder a esto?