Hace algunas semanas, en una comunidad de Orkut, preguntaba (por pura diversión) si no todas las chicas tenían un “Mr. big” o un “Aidan” en su vida, más o menos como aparecen en Sexo en Nueva York.
No obtuve grandes respuestas porque los miembros de dicha comunidad no conocían bien la serie, y por tanto no pudieron identificar a los personajes.
Hoy comenta Jartita algo parecido en No soy Carrie Bradshow, ni falta que me hace: Y ¿por qué el título del blog? Y yo me pregunto hasta qué punto las series consiguen reflejar una realidad social.
¿Cuántas mujeres pueden sentirse identificadas con las protagonistas de Sexo en Nueva York? No ya por su estilo de vida, absolutamente americano, sino que me refiero a identificarse a nivel emocional, con las situaciones que ellas pasan con sus respectivas parejas, sus trabajos, sus familias…