BIENAL INTERNACIONAL DE CINE CIENTIFICO DE RONDA
No es que seamos adivinos, Es que los planteamientos de la Fundación Unicaja, para con el medio audiovisual, son de niños de primaria. Nunca lo tuvieron claro, nunca supieron ver cual es el lugar de los mass media en la sociedad actual. Y así han rechazado reiteradamente proyectos que llegaban a sus puertas, en solicitud de apoyos, y que más tarde, en otros estamentos y entidades, han sido todo un éxito
Es normal, sus dirigentes son “bancarios”, y de dinero saben mucho, muchísimo, son los que más saben de dinero del mundo, sin duda alguna. Pero de CINE, así con mayúsculas, están en cero al cociente y bajo la cifra siguiente. Y de Cine Científico, a la vista de lo que se vislumbra, por debajo de cero.
Y es que un Festival de Cine, ya sea científico, de terror, fantástico, documental… es eso: CINE. Lo fundamental en todos los festivales de cine son “las pelis”; sí, las producciones en cine o video que se presentan a concurso. Y sobre todo, las películas que, seleccionadas a concurso o no, son enviadas por sus autores para que sean vistas por el público. Porque un Festival es una ventana abierta al conocimiento de aquellas producciones que no son fácil ver en otros lugares, o son una primicia. En todos los cientos de Festivales serios, son el leit motiv, su razón de ser.
Pues bien, resulta que, en la nueva edición de Ronda tan sólo se exhiben 16 cortometrajes y, en palabras textuales de sus organizadores, según la prensa, se debe a que han optado por “sacrificar las películas” para dar cabida a otras actividades. Resulta cuando menos paradójico, que un Festival de CINE, sacrifique el cine. Si el cine no es lo más importante del festival, pónganles “Festival del mono titiritero”, así el título puede resultar gracioso, populachero si se quiere, pero no tienen la obligación de poner CINE. Aunque nos cabe la sospecha razonable, de que no había muchas más producciones de suficiente calidad que seleccionar. Al menos el oscurantismo de la inscripción así lo insinúa.
Porque contra lo que es tradicional, en todos los festivales de cine de este país y del resto del mundo, como símbolo de transparencia y sello de calidad de cara al publico, y de cara al respeto que merecen los productores, la publicación de los filmes recibidos a concurso, con todas sus fichas técnicas, brillan en esta edición por su ausencia. ¿Casi 200, según la prensa? ¿Y que han hecho con las casi 184 restantes? ¿No creen ustedes que más de uno quedará un tanto asombrado ante tamaña “selección”? ¿Es que sólo merece ser vista “le crème de la crème”? ¿Qué dirán los productores o los realizadores cuando sepan que más del 90 por ciento de los trabajos se han quedado en el armario? Sobre todo cuando festivales de cuyo prestigio nadie duda como son ‘Venecia‘, ‘Berlín‘ o ‘San Sebastián’ proyectan aproximadamente un 30 por ciento de las producciones que reciben, mientras que Ronda, en esta edición no supera ni el 10 por ciento de las películas supuestamente recibidas.
Hemos repasado las programaciones de los últimos festivales celebrados en este país, y en todos hemos encontrado la inscripción de películas a concurso. Y cuando no estaban, ejemplo magnifico del ‘Festival de Cine Español de Málaga‘, es porque todas las películas a concurso, muchas o pocas, más bien escasas porque el cine nacional no da para más, pues eso, concursaban.
Si Ronda tenía un prestigio, sin duda alguna era porque hasta hace poco, fue el único foro de sus características en este país, donde podían verse un gran número de producciones internacionales, que de no ser ahí, nunca las hubiésemos visto, y que daban esa oportunidad (al igual que en otros en su especialidades), no solo a los ciudadanos de a pie, sino también a los muchos científicos, especialistas, cineastas, productores y demás profesionales del sector que se daban cita en esta ciudad. Todos ellos, personas de reconocido prestigio y relevancia en el ámbito internacional del cine científico.
Y además, por sus títulos se intuye que ha desaparecido de su programación, lo que sin duda era la joya del festival rondeño, los filmes de investigación y de enseñanza superior. El resto, la enseñanza media y la divulgación, eran por decirlo de alguna forma, el “gancho” para el público en general, para atraer al hombre de la calle, espectadores lógicamente no especializados y que difícilmente asistirían a los otros.
Si Ronda pierde este sello, este carisma, festivales que pongan documentales o programas de televisión de divulgación de la ciencia hay muchos Y cadenas de televisión, plataformas digitales, cadenas especializadas y televisiones generalistas, emitiéndolos las 24 horas del día, aún mas, muchísimas más. Al fin y a la postre, hace mas de 30 años que la divulgación científica tiene señalados y distinguidos especialistas y foros de resonancia internacional, en este país.
Pero los “Banqueros del Tajo”, parece que quieren “sacrificar” el nivel. A lo mejor les venía demasiado largo; eso desde luego ya lo sabíamos, pero hasta ahora lo habían disimulado. A lo mejor es que , los “organizadores” como rezaba en la convocatoria, que no la directora, incorporada como figura decorativa hace tan solo unos días, no dan para más.
No merece este festival un giro tan injusto, un tratamiento con tan poco contenido cinematográfico, con tanta carencia de coherencia con lo que desde hace más de cien años, es la implicación de la ciencia en el séptimo arte. Claro que eso pasa cuando, para organizar un evento que requiere unos conocimientos complejos en las tres áreas del Festival, la cinematográfica, la pedagógica y la científica, eligen a una auxiliar administrativa que empezó como azafata del festival.
Y si a quienes desde la sombra lo han organizado, con esa capacitación que se intuye mas bien escasa, por no decir nula, les viene largo, como dice el refrán, zapatero a tus zapatos.