Mi hermana mayor, que siempre está a la última, me contaba hace poco la anécdota que le había ocurrido en la peluquería cuando sacó su teléfono del bolso y se dispuso a llamar a alguien.
Ella lógicamente no entendía la cara de estupor de su estilista que la miraba como si estuviera loca de remate, hasta que le contestaron al teléfono y tuvo una breve charla.
La sorpresa del peluquero fue absoluta, sobre todo porque estaba convencido de que mi hermana pretendía establecer una conexión vía Polvos de L’Oreal, porque ella lo vale.
¿Es mi hermana una geek? En absoluto. Es sólo un poco pija. Y por geek me refiero a la acepción nº 1 de la Wikipedia que dice: “Persona que se autoproclama dependiente de la tecnología y padece, irremediablemente, de las enfermedades y dificultades que esta conlleva.”
En esa acepción sí podía incluirme yo. Aunque lo tengo controlado. Pero, sin lugar a dudas, parece obvio que el mercado geek femenino es floreciente, y buena prueba de ello son los nuevos complementos que están saliendo al mercado.
Entre ellos me han gustado especialmente la PDA Eye Shadow y el Cosmetic Laptop (por cierto, muy similar a mi powerbook).
He de admitir que ni en mi época de trabajo ante una cámara de televisión fui capaz de pelearme con tan diversa gama de colores, y me bastaban tres o cuatro para parecer un indio enojado.
Pero si fuera superfashion estoy segura de que disfrutaría enormemtente de un ejemplar de cada uno de estos.