Sé que esto es como predicar en el desierto, pero escribir en el blog es más barato que ir al psicoanalista, y mucho más divertido.
Todo esto viene porque la otra tarde estaba yo descansado un poco, viendo no recuerdo qué canal, pero sí perfectamente la hora: alrededor de las siete y media de la tarde. Cuan de pronto veo a un señor cuya única vestimenta era una palomita, al cuello.
De cintura para abajo sólo esta cubiero por un piano que “aporreaba” (nunca mejor dicho) mientras veíamos que mantenia sus manos detrás de su nuca. Todo ello al más puro estilo de lo que cuenta una vieja leyenda urbana sobre cómo divertía Errol Flynn a los invitados a sus fiestas.
Y claro, una ya está curada de espantos y no le pide a la publicidad en televisión un mínimo de gusto, pero es que eran las siete de la tarde, o sea “HORARIO PROTEGIDO”. Lo más grave de todo esto es que encima era un anuncio de una emisora de radio, que sólo decía “Salvemos la música”
¿Queréis salvar la música? ¡Pues dejad de programar a Britney Spears, caray!
Al menos, parece que ahora Los espectadores tendrán una página web para denunciar incumplimientos del Código de Corregulación. Esperemos que no sea otra iniciativa que cae en saco roto.