Nota: Si no sabes lo que es un podcast, tal vez deberías empezar por aquí: ¿Qué es un podcast? (artículo en Podcastellano)
Hace unos días, en la lista de correo de podcast-es, surgió un brevísimo hilo titulado “podetiquette”. Para entendernos, una especie de “manual del buen podcaster”, al estilo de esas normas de buenas maneras que se ven con frecuencia al suscribirse a listas de correo y otras redes sociales.
Antes incluso de que se iniciara el debate, el Decálogo de podetiquette publicado en Podcatalà zanjó definitivamente el tema (aunque probablemente sin pretenderlo), y a falta de mayor oposición entiendo que, en general, la comunidad aceptó como válido lo expresado en dicho artículo; y eso seguramente quería decir que seguir esos diez puntos podría ayudarme a tener un podcast mejor.
Tras leer el artículo, mi primera reacción fue entonar un sentido mea culpa y agachar la cabeza avergonzado por incumplir casi todos los puntos: mi frecuencia es anárquica y mi regularidad inexistente, y de vez en cuando desaparezco del mapa podcastero sin previo aviso; tampoco tengo promo, y a duras penas he superado el número mínimo de episodios para que mi podcast sea considerado como tal según dicho decálogo. Resumiendo: soy de lo peor…
Pero una vez superado ese momento incómodo de autoflagelo, se despertó mi lado revolucionario para rebelarse contra algo que, siendo esencialmente buenos consejos, no dejan de suponer un cierto limite a la creatividad y a la libertad que, para mí, el podcasting representa como nuevo medio de comunicación. Por eso me he decidido a elaborar mi propio decálogo que, por supuesto, tampoco pienso cumplir:
- Al presentarte en sociedad, no es necesario que te justifiques por tu falta de experiencia para ganarte el cariño o la aprobación de tus oyentes. No te obsesiones por caer bien, de todos modos nunca vas a conseguir caerle bien a todo el mundo, así que es preferible que te concentres en hacer algo que te guste a ti.
- Las listas de correo, portales y directorios pueden darte visibilidad, pero para que los oyentes ocasionales se conviertan en suscriptores necesitarás algo más. La forma más segura de conseguir que tu podcast se conozca es que sea original y, sobre todo, que disfrutes haciéndolo. No tengas prisa, a la larga el boca a boca es lo que mejor funciona.
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No hagas una promo simplemente por tener una. Para quienes todavía no te conocen, la promo puede ser el único criterio que tengan para decidir si quieren escucharte o no. Antes que tener una mala promo es preferible no tener ninguna, así que tómate tu tiempo para darle forma. Y luego, si puedes, haz más de una, así darás más opciones a quien quiera incluirte en su podcast, y los oyentes tendrán una muestra más de tu trabajo.
No pongas promos en tu podcast por puro compromiso; y si lo haces no lo hagas al azar, la forma en que las utilices también afectará al estilo de tu podcast. Personalmente encuentro muy molestas cosas como introducir una promo en mitad de una explicación, o repetir machaconamente la misma promo programa tras programa. El exceso de promos no te beneficia ni a ti ni a aquellos a quienes anuncias. Lo mismo es válido para la sintonía o las entradillas que anuncian las distintas secciones, si las haces demasiado largas acabarás cansando a tus oyentes.
- Salvo que tu intención sea ganar dinero con el podcast, hazlo cuando tengas algo que decir, cuando puedas… O cuando te dé la gana. Un podcast es audio con suscripción, y tus suscriptores raramente te eliminarán de su agregador; como mucho te pasarán a una carpeta “olvidados”, y cuando vuelvas seguirán ahí. Tú decides tu forma de hacer podcasting; utiliza los podcasts de otros para decir aquello que no encaje en el tuyo, envía audiomensajes, colabora con proyectos que te gusten… Ante todo, diviértete, y nunca dejes de hacer otras cosas que te gusten sólo porque “tienes que sacar un nuevo episodio”. Tus prioridades sólo las decides tú.
- No digas nunca cuándo va a salir el siguiente episodio, lo más probable es que te equivoques y de todos modos no sirve para nada, llegada la fecha nadie se acordará. Desde mi punto de vista, escribir un post sólo para pedir disculpas no aporta nada aparte de una Fe de Vida. El concepto básico del podcasting es no tener que estar pendiente de fechas, frecuencias y ese tipo de cosas, para eso están los agregadores.
- La descripción que acompaña a cada programa puede servirte para indicar los temas que tratas en él y poner enlaces a los sitios que referencies, el nivel de detalle lo decides tú; piensa que hay gente que sólo se descargará el audio y jamás verán esa descripción, pero también habrá quienes busquen ahí todos esos enlaces; y tal vez sirva para que los buscadores te encuentren mejor. Sea como sea, procura respetar las licencias de la música o los textos que uses. Si son libres, mejor que mejor, no cuesta nada y puedes ahorrarte líos en el futuro.
- Probablemente, las estadísticas de descargas de tus podcasts sólo te interesen a ti, pero puedes comentarlas si crees que contienen datos interesantes o que pueden aportar algo. Aunque no lo parezca, también pueden ser un recurso más para atraer o fidelizar oyentes, a la mayoría le gusta sentirse parte de un grupo y saber que hay más gente que comparte sus mismos gustos e intereses.
- La inexperiencia no significa que no puedas criticar aquello que consideras criticable, aunque es conveniente hacerlo con educación. Nadie es mejor que tú por llevar más tiempo, procura no verte demasiado influido por las “vacas sagradas” del podcasting, la mayoría reciben igual de bien -o mejor- una crítica constructiva que una felicitación. En cualquier caso, trata siempre de decir en tu podcast lo que tú quieras decir y como tú lo quieras decir.
- No impliques en tu podcast a nadie que no quiera participar en él, especialmente si son amigos o familiares. Tu novia puede tener una voz maravillosa, pero si la fuerzas a hacer algo que no le gusta se va a notar… Y puedes provocar alguna que otra discusión.
- Puedes pasar meses suplicando a tus oyentes que te envíen mensajes y no recibir ni uno. Si realmente quieres tomarle el pulso a tu audiencia, di que abandonas tu podcast para siempre. De repente recibirás infinidad de mensajes de apoyo y comprensión, o poniéndote a parir por abandonarles. No cedas al chantaje emocional, de todos modos acabarás volviendo. Cuando alguien es podcaster, lo es hasta que se muere…
Corolario: El podcasting es un nuevo medio de comunicación. Tu podcast no tiene por qué parecerse a un programa de radio ni tener una calidad de audio impecable. Tampoco es necesario que tu dicción sea perfecta o tu locución absolutamente profesional. Haz tu propio decálogo y decide cómo quieres tú hacer las cosas. Es tu obra: crea, investiga, innova… ¡Diviértete!