Anonadada me quedo al leer la noticia en 11.870.com. Resulta que Patricia Conde ha exigido mediante Burofax de abogados que se retire todo el contenido relativo a ella en este servicio.
Por lo que ellos mismos explican, este contenido se basa en la labor de una de sus fans que ha recopilado la ropa que esta presentadora muestra en sus programas y las tiendas donde podía adquirise, y para ello alega “intromisión ilegítima en el derecho a la propia imagen”. Pero ¿nos hemos vuelto locos?
Está claro que le asiste el derecho y su reclamación es técnicamente correcta, pero no parecía preocuparse de esta imagen cuándo un usuario normal y corriente se preocupaba cada día de subir el programa a Youtube, con el incremento de audiencia y popularidad que ello les trajo a todos. Lejos de enfadarse, en este caso decidieron darle directamente las gracias al usuario en antena durante alguno de los programas.
Hay que ser un poquito más coherente y saber distinguir las churras de las merinas. Yo entendería (y defendería) que se enfadara por la divulgación de imágenes suyas en su ámbito privado. Pero que una fan con todo el cariño lleve adelante todo ese trabajo de su ámbito profesional y público, y su respuesta sea enviar a sus abogados me parece absolutamente fuera de lugar.
Patricia olvida que la carrera televisiva es muy cruel y que tan pronto estás arriba como abajo. Y si sigue pisoteando a gente en el camino mientras sube, se va a llevar una desagradable sorpresa cuando le toque bajar por esas mismas escaleras.