Me llega a través de Susana Alosete este artículo que no puede dejar indiferente a nadie, y así lo demuestran sus comentarios:
Sálvame diario ha revolucionado la televisión porque no es un programa del corazón, es un reality televisado diariamente durante cuatro horas. Y esto para cualquiera puede parecer sencillo y estúpido. ¿Acaso Gran Hermano no son 24 horas de reality? Sí, pero en una semana hay 60 minutos escasos de situaciones dignas de ser emitidas. El resto son siestas y conversaciones triviales.
Pero de todas estas cosas lo que a mí realmente me fascina del programa es su capacidad para dilatar el tiempo televisivo, para hacer que algo que podría contarse en 30 segundos dure 20 minutos.
En: Me llamo Mer: Sálvame
Iba a ponerle un comentario, pero al final he preferido ponerlo aquí:
Si Mer en vez de esto me hubiera contado lo rico que está el Macburguer, lo sabroso, bonito, y estupendo que es, y que bueno, puede que no tenga ningún valor nutritivo y suponga una bomba calórica sin precedentes, pero que a fin de cuentas hay unos cuantos miles de personas que lo comen cada día, entonces yo habría respondido:
Vale, pero no deja de ser comida basura, y está bien ir al MacDonald de vez en cuando, pero no quiero comer esa bazofía cada día, y menos durante cuatro horas 🙂
Parece que el éxito comercial justifica cuatro horas de telebasura diaria más los parásitos televisivos que construyen sus programas alrededor de la misma. Y no es así.