Esta semana he terminado de ver la primera temporada de House Of Cards y he de decir que me ha dejado con la boca abierta.
Admitámoslo, el año ha sido muy flojo de estrenos y tampoco teníamos mucho más a que agarrarnos. Además reconozco que el primer capítulo me dejó un poco fría. Tanto abuso de ruptura de la cuarta pared me resultaba cansino e incluso a mitad de temporada llegue a publicar un tuit que hoy parece un poco injusto:
@kevinspacey tú antes molabas… (watching House of Cards (2012), Chapter 6 S01E06) http://t.co/7NQOLR3e4l #HouseOfCards
— Sonia Blanco (@sblanco) March 29, 2013
Era una serie con altibajos narrativos, pero con una producción impecable y un casting excepcional a pesar de Kate Mara a quién no termino de creerme.
En esta ocasión he reconocer que tal vez me precipité, o simplemente la serie se ha ido creciendo capítulo a capítulo a medida que iba desgranando la auténtica trama, los oscuros intereses del congresista Francis J. Underwood, y como no de su esposa Claire, interpretada por la estupendísima Robin Wright.
No quiero contraros nada del argumento y sólo os diré que si aún no habéis visto House of Cards, os la recomiendo sin reservas, y si la habéis visto, espero que dejéis por aquí un comentario y me contéis qué os ha parecido.