De casualidad llego a esta magistal intervención de Kevin Spacey en la que cuenta que Netflix fue la única “cadena” que no les pidió hacer un piloto para aprobar la temporada de la que ha sido una de las grandes series del año: House of Cards
Me temo que el discurso está en inglés, (lo he sustituído por mi versión con subtítulos en español), pero lo fundamental es que empieza dando una serie de datos sobre el número de pilotos que cada año se encarga, se produce, y finalmente no sale al aire, o sí se emiten para ser canceladas poco después. De hecho cita que el año anterior se hicieron 113 pilotos, de ellos sólo 35 se emitieron, y sólo 13 fueron series renovadas.
Tras la experiencia en Netflix, él deduce lo que muchos ya sabemos, pero la industria se niega a aceptar: Dale a la gente lo que quiere, cuando lo quiere, cómo lo quiere y a un precio razonable, y preferirán pagarlo a robarlo.
Os dejo aquí una versión traducida por mí, pero que no veréis los subtítulos si lo ampliais a pantalla completa.
Interesante además como un actor teatral como él (de la vieja escuela) ya habla de la inutilidad que supone clasificar los contenidos como cine, televisión, o lo que sea, porque al final todo es contenido independientemente del canal para transmitirlo, y lo que él ha aprendido de la audiencia es que quieren historias, que están deseando ver historias, y todo lo que hay que hacer es dárselas.
El dicurso termina con una genial y significativa cita de Orson Welles:
[Tweet “Odio la televisión. La odio tanto como a los cacahuetes. Pero no puedo parar de comer cacahuetes. (Orson Welles)”]
Vía: 5 razones por las cuáles necesitas una estrategia de marketing de contenido.