Hoy he sabido que ha fallecido un Amigo.
Y pongo Amigo con “a” mayúscula porque su amistad también lo era. Jota es de esos amigos que la vida te regala y que nunca sabes apreciar en su justa medida.
Yo ya había perdido a otro como él y siempre me embarga el mismo sentimiento de impotencia y de dolor por no haber pasado más tiempo con ellos. Por haber retrasado una y otra vez esa cita para ir a tomar café. Por no haberle llamado más a menudo.
Jota era ese amigo que no sólo estaba para escucharte cuando lo necesitabas, sino que te tenías a absoluta certeza de que haría todo lo que estuviera en su mano para poder ayudarte en cualquier situación.
Por eso, Jota, siempre estarás en mi corazón y si es verdad que el cielo es el paraíso que dicen, habrá un cine en él y entonces, Jota, tu y yo nos sentaremos algún día para ver El vengador tóxico, y yo me enfadaré contigo por hacerme ver ese bodrio, y tú, una vez más, me enseñarás a apreciarla.
Te quiero Jota.
2 comentarios en «A Jota»
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Aunque hacía algún tiempo que no hablabamos, esta tarde he estado recordando cuando os conocí, sería el año 97 en el canal #cine del IRC del que él era el fundador. Aquellas tardes de discusión y charla, aquellas kedadas -recuerdo la que hicimos en málaga- y como no, su “vengador tóxico” del que siempre gastábamos bromas.
Descanse en paz.
Yo aún no me lo puedo creer. Es más, quiero pensar que es una especie de jugarreta imbécil y sin sentido que algún descerebrado nos quiere hacer pasar. Siento como si hoy, cuando me he despertado, lo hubiera hecho después de una pesadilla horrible que me arrebató, en sueños, de uno de mis pocos y verdaderos amigos que yo tenía en Málaga. Pero no, descraciadamente no ha sido un mal sueño, el hueco se comienza a sentir y será infinitamente mayor cuando pasen los días y las semanas y me de cuenta de que ya no esta ahí, cerca, siempre dispuesto a echarte la mano y a brindarte todo su apoyo.
Es curiosa la vida, pero si finalmente me otorgan la nacionalidad y ya entonces pueda sentirme español y malagueño con pleno derecho se lo tendré que agradecer plenamente a mi “jota” porque él sacó la cara por mí y me acompañó como testigo a iniciar mis trámites de nacionalización. Pero desgraciadamente mi agradecimiento tendrá que ser “virtual” y no en persona como a mi me hubiera gustado haberlo hecho.
Ya le enviaré un emilio hasta el paraíso para comunicarle la buena noticia, porque estoy seguro que a él tambien le hubiera dado mucho gusto saberlo.
Muchas cosas y proyectos han quedado truncados, muchos proyectos de los cuales éramos cómplices y que, a partir de ahora, sólo podremos realizar de manera virtual porque para mi siempre seguirá a mi lado como un gran amigo que en todo momento me demostró ser. Se lo dije muchas veces pero nunca sobra esta palabra: Gracias Juanjo, gracias por todo lo que sabemos…