A veces veo cosas… que definitivamente no entiendo

O las escucho, en la radio.

Hace días escuché en una rueda informativa matinal de Onda Cero el siguiente titular: “Julio Iglesias dará su único concierto esta noche en Valladolid” . Y digo yo, ¿los conciertos que nos ha contado el Tomate que ha dado en Marbella eran falsos? Porque el caviar el champagne parecían muy reales. Vale que no son conciertos “típicos”, pero si hay un cantante, músicos, y música, pues como lo del pato oiga.

Algo parecido ocurrió con el concierto de Liza Minelli en Marbella, “Liza Minelli dará su único concierto en Marbella” (cuña promocional), pero lo cierto es que hubo otro concierto en Madrid, aunque eso sí, a mí me pillaba más cerca el de Marbella y no perdí la oportunidad de ver a un auténtico mito viviente.

Por no hablar del stress de las retransmisiones deportivas. En mi casa, como sucedía antaño, hay una radio en cada habitación, y el gesto de encederla es automático, como encender la luz. Así que aunque vaya a lavarme los dientes yo pongo la radio esos cinco minutos. Pero claro, al medio día ahora que están con la Vuelta Ciclista a España, o el deporte de turno que toque, es que me produce un estrés terrible esos gritos, esa energía total para no hablar de unos tipos que van por una carretera y que aún les queda no menos de 40 kilómetros. ¡Que no iban de sprint vamos!

Si a eso unimos el lamentable diseño de la página web de OndaCero, donde sólo los afortunados que usen Internet Explorer podrán disfrutar en diferido de su programación, y el podcast no lo han visto ni en pintura… Miento. Sí que hay un podcast en iTunes de Onda Cero, pero aunque puedes ver los archivos resulta imposible suscribirse a él, con lo cual no cuenta, como no cuentan los otros tantos “NO OFICIALES” que aparecen.

Eso sin contar, con el hecho de que cada vez que pincho en un enlace del boletín que me envía plus.es me sale este puñetero mensaje que me hace retroceder y buscar manualmente la información que se supone ellos me facilitaban en link directo. No me ha ocurrido ni una ni dos veces. Si no muchas más.

Y ya mencionamos el caso del maltrato a los oyentes de podcasts que tienen los de Cadena Ser, especialmente con algunos programas como “Lo que yo te diga”, aunque en este caso concreto he de decir que, desde el programa, se han puesto conmigo vía email explicándome el origen de su problema, que como yo suponía no dependía de los autores del mismo, sino de la cadena (y hasta ahí puedo leer, al menos de momento).

¿Tan difícil resulta hacer las cosas bien? No sé. No lo creo.