Atónita me quedé ayer cuándo leí que la cadena estadounidense Fox había sido demandada por una familia por la emisión de un suicidio en directo. Más atónita aún cuando comprobé que en dicho enlace, que provenía de una web que se llama “Clases de periodismo” (vaya ironía), se veía el vídeo en cuestión con el suicidio. Un claro ejemplo de espectacularización.
Perdonad que no ponga los enlaces, pero como comprenderéis no estoy por la labor de contribuir a la difusión de dicho vídeo.
Pero es que además justo hoy hemos difundido un comunicado desde el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía haciendo un llamamiento a la responsabilidad de los medios con respecto a la difusión de las noticias relativas a suicidios por unas imágenes difundidas por la Dirección General de Tráfico sobre un intento de suicidio en Almería, que se han difundido por distintas televisiones. Aquí os dejo la nota:
El Colegio de Periodistas de Andalucía muestra su rechazo a las imágenes difundidas en cadenas de televisión nacionales, redes sociales; páginas web y canales de internet, sobre un intento de suicidio en Almería, en la Autovía A-7. En las imágenes podía verse cómo varios agentes de la Guardia Civil evitaban en el último instante que un hombre se arrojase al vacío desde un puente. Lo más sorprendente es que las imágenes fueron facilitadas por la DGT y el Ministerio del Interior.
Estudios de la Organización Mundial de la Salud para la prevención del suicidio especifican que la difusión de este tipo de imágenes en los medios de comunicación pueden tener un efecto multiplicador muy peligroso.
Hay casos de suicidios muy llamativos y evidentemente son noticia. Pero entendemos que deben ser tratados con extremada cautela, sin incidir en aspectos morbosos innecesarios.
Tanto el Código Europeo de Deontología Periodística como el Código Deontológico de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), en sus artículos 23 y 4, respectivamente, explican que el periodista, sin perjuicio de informar a los ciudadanos, debe respetar siempre el derecho de las personas a su propia intimidad e imagen, evitando la intromisión gratuita y la reproducción de escenas violentas.
Apelamos, por tanto, a los profesionales, a los medios y también a las Instituciones a que eviten en lo posible la difusión de este tipo de imágenes.
¿Qué estamos dispuesto a consumir como televidentes?
Esa es la verdadera pregunta que debemos hacernos, debido a que los programas de televisión, es el reflejo de la población actual, en donde prevalece la violencia y el insulto.
¿Dónde está la amabilidad?
Esa palabra que nos permite darnos cuenta que no estamos atentando contra la otra persona.
¿Sería usted tan amable de no mostrarme más violencia medios de comunicación?