Vaya por delante que me cae bien Bono. Me gusta como político y como persona. Y me soprendió el hecho de que se quedara con el Ministerio de Defensa, más que nada por su carácter, o por lo que intuímos de él a través de la imágen que los medios nos ofrecen.
Pero en fin: que aún no se han cumplido 100 días de gobierno socialista y ya tenemos unos cuantos patinazos de los recién llegados. Uno de los más sonoros ha sido precisamente la concesión de la Medalla al Mérito Militar a José Bono, que finalmente éste, ante la polémica suscitada (y no por otros motivos), ha decidido renunciar a ella.
¿Pero en qué cabeza cabe?
A todos nos gustan que nos reconozcan el trábajo bien hecho, y de vez en cuando necesitamos una palmadita en la espalda. Más que nada para compensar los inevitables tirones de orejas que también hemos de sufrir alguna que otra vez.
Pero yo no puedo quejarme. Porque no es que haya recibido una medalla, sino que recibo una cada mes. Se llama “nómina”, y es el reconocimiento que tenemos los trabajadores a un trabajo bien hecho, que es por lo que se supone que nos pagan.
Así que si el Ministro Bono quiere renunciar a algo, tendrá que ser a su nómina, y alguna ONG’s estará encantada de percibir ese pellizco. Y medallitas que acumule todas las que quiere de cofradías y demás organizaciones, cuyos premios son a una labor y dedicación desinteresada por parte del que la recibe.
¡Qué país este!
Según dejo caer anoche Sardá – aunque no lo digo directamente- el posible motivo de la renuncia puede estar la parodia que Carlos Latre realizó de Bono. La noche anterior y que en palabras de Bono “su hijo estaba muy disgustado cuando llegó por la noche a su casa”.
El caso de Sardá apuntándose “medallas” es también para estudiar.
Pudo ser una gota más, la que colmó el vaso, pero el error lo detectaría a los pocos minutos de realizarlo. Son pardillos y se nota, pero ya aprenderán si les dejan.
Lo que hace falta es que sólo se equivoquen en temas como este.
Para cuando la página mia?