No sé si salgo del zapatero, la despensa o el altillo, pero tenía que confesarlo: soy heterosexual. Ironías aparte, admito que jamás he entendido muy bien esa necesidad de salir del armario por personas cuyo trabajo está más que reconocido, como es el caso de Alejandro Amenábar, cuya homosexualidad me importa más bien poco, a excepción del hecho de que tenemos un hombre inteligente menos disponible.
Algunos malpensados dicen que resulta sospechoso que este artículo salga justo cuando empieza la Mostra de Venecia donde se estrena Mar adentro. Sin embargo yo no creo que este director necesite de estos burdos trucos para conseguir publicidad, pues los éxitos de sus trabajos anteriores hablan por él.
Pero lo que entiendo menos es que aún sea noticia para incluir en los diarios del día. Desconozco las presiones a las que parece que son sometidos los homosexuales para ocultar o sacar a la luz su condición sexual. Está claro que es algo que no hay que ocultar, pero eso no significa que uno tenga que hacer declaraciones públicas al respecto.
En un principio, el orgullo gay tenía el sentido de reclamar una condición que estaba siendo discriminada, segregada, y que por eso se ocultaba. Y el movimiento ha conseguido grandes avances para la igualdad de derechos. Pero tal ve ha llegado la hora de empezar a plantearse que hay que cambiar la dirección, ya que en mi opinión la normalización de la condición de homosexual, y el triunfo del movimiento, será todo un hecho cuando no tengan que ir proclamándolo públicamente.
Y con respecto a Amenábar, espero que después de pasada esta tormenta mediática, se dedique a lo suyo, que es hacer cine, y lo hace muy bien.
Hombre, lo de Amenabar gay y que había salido en la revista Zero, o que iba a salir ya hacía tiempo que había sonado y se sabía de la noticia. No creo que sea simple mercantilismo ni nada por el estilo.
Tal vez pase como en otras publicaciones, que se hace la entrevista X día, y se guarda para la mejor ocasión.
Amenábar, Amenábar…
Ayer leí las declaraciones del director Alejandro Amenábar sobre su vida privada a una conocida revista temática: “La forma en que cada uno actúa depende de la persona y de la imagen que quieres que los demás tengan de ti. Siempre he tratado de ser con…
La promoción está ahí eso es innegable y mosquea.
Ya había hecho reconocido su condición antes implícita, o quizá no tan implícita sino directamente, en algunas otras publicaciones no con tanto eco por lo que él mismo y su entorno podrá justificar mejor esta aparición en la revista ZERO.
http://www.chueca.com/cine_tv/230739.html (9/12/2002)
http://www.republicagay.com/pages/aye/aye_12.htm (a los pocos días de salir en chueca.com).
Supongo que la historia de “Mar Adentro” le habrá removido algo en su interior, por seguir justificando. Parece que iene buena pinta la peli.
Buenos enlaces, gracias Timshel.
No me cuadra que Alejandro quisiera ganar publicidad extra con este tema, y me cuadra más que lo hiciera como anteriormente, sin aspavientos.
Otra cosa, claro está, es su departamento de publicidad 😉
Saludos,
Sobre la homosexualidad de Alejandro Amenábar: me parece lamentable todo el revuelo que se está formando, propio de un país más preocupado por el cotilleo que por los productos artísticos de los creadores. Confieso que sus películas anteriores me han parecido buenas pero no excepcionales. Sin embargo, “Mar Adentro” promete, con un Bardem que nunca decepciona y la sorpresa de Belén Rueda que, tras las cutre-series televisivas, nos está descubriendo una actriz de primera. Seamos adultos y superemos, de una vez y definitivamente, el tema de gay, hetero o bi. Ya está bien de ese tipo de historias, que cada cual haga con su vida privada, sea un personaje público o no, lo que considere oportuno.
Creo que no se la ha de dar importancia a sí Amenabar es gay o no, es una opción como otra cualquiera. Si Amenabar hubiese dicho que era heterosexual nadie habría dicho nada. Lo que creo es que a los que verdaderamente les guste el cine no tiene que preocuparse por si el director es gay (ni preocuparse por nadie que lo sea), sino preocuparse de si la pelicula es buena.
En el caso de MAR ADENTRO, recomiendo a todo el mundo que pueda, que la vea, porque es excepcional.
Los heterosexuales lo decís todo el día y nadie se queja. “Mi novia..” “Mi mujer…” En cualquier oficina al segundo día ya se sabe si el nuevo es casado o soltero, si tiene novia o se a arejuntado.
Supongo que cuesta darse cuenta cuando se ve desde dentro.
Para Joan: No es una opción, es una inclinación sexual, igual que tu no has elegido ser heterosexual.
Vaya, Jordi, qué razón tienes. Por supuesto que cada persona ha de llevar su vida privada con la discreción que le parezca, será cuestión de forma de ser y no de inclinación sexual. Y a los demás les puede gustar o no. Pero es cierto que a los homosexuales se les cuestiona muchísimo esto. El debate ya (parece que) no es el derecho a ser homosexual o no, sino el derecho a poder hablarlo, mostrarlo, ocultarlo, mostrarlo una vez y luego callar, ocultarlo un poco, ocultarlo mucho, mostrarlo siempre y a todas horas o la puntita nada más y a la hora del té, que es más fino.
¿Y los hetero? ¿cuánto y cómo pueden o deben hablar de amor o sexo? Ah, no, de eso no se opina. Que cada cual haga lo que quiera.
Todavía falta un buen trecho, sí. Saludos.
menudo mariconazo! yo ya no veo su pelicula