Hoy hemos sido invitados por RTVE a un pase virtual del primer capítulo de Guante Blanco. Tengo que decir que en primer lugar fuimos invitados a asistir presencialmente a Prado del Rey, pero ante la petición de algunos compañeros blogueros han decidido darnos acceso bajo clave vía web, lo que ha resultado mucho más práctico para los que no vivimos en Madrid.
La serie se estrenará en la web de RTVE el próximo lunes, 13 de octubre, mientras que en la 1 se estrenará el miércoles 15, lo cual ya supone un importante avance.
Es un producto que me ha soprendido por su buena factura, y lo bien que mantienen la tensión a lo largo de los 91 minutos de este primer capítulo. Por cierto, que espero que en su emisión televisiva no lo inflen a cortes publicitarios porque harían perder el interés del espectador.
En términos generales me ha gustado bastante (y eso que no consigo interesarme mucho por la ficción nacional aunque no dejo de intentarlo), sobre todo por el equilibrio que mantiene entre las tramas principales de los robos y las tramas de sus vidas personales. La historia de partida es la vida de dos familias, la de Bernardo Valle y Mario Pastor, policía y ladrón respectivamente, pero con mucho más en común de lo que imaginan. Mario es un ladrón de guante blanco que planea robos importantes con su equipo, pero a la vez vemos su vida como padre de familia con los problemas habituales de una hija adolescente. Por su parte Bernardo es un policía recién enviudado que decide trasladarse para criar sólo a sus hijos, entre los que también hay un adolescente peleón.
Otro de los aspectos a destacar son las estupendas interpretaciones de un no menos estupendo reparto que sin duda abarca una buena horquilla de público para atraer a la mayor cantidad de gente posible. Y sólo hay algún personaje cuya actuación me chirría un poco, pero le dejaremos un par de semana más a ver si mejora.
En el lado negativo sólo puedo destacar dos aspectos: el primero sería esa iluminación gris y apagada, como si sólo pudiéramos usar un colorido vivo y brillante en las sitcom. Echo en falta algo más de viveza en la fotografía. El segundo sería la inclusión de una banda sonora en inglés y sin subtítulos. Los estadounidenses utilizan las canciones para contextualizar la trama que estamos viendo, y por tanto cuándo aquí vemos esos capítulos, en muchas ocasiones se subtitulan dichas canciones. Sin embargo, resulta curioso que un producto español utilice canciones en inglés en vez de aprovechar para dar más sentido al guión.
Pero sin duda es un producto que recomiendo y que puede plantar cara a las que serán sus competidoras más directas Hospital Central y El Internado.