Hace muchos días artículos que quería escribir y apostillar a varios temas de los que Susana Alosete ha comentado, pero al fin me he decidido con éste: ¿Que no entendemos qué?
En el artículo, Susana plantea si estamos o no preparados para comprender los mensajes audiovisuales, todo ello a partir de una investigación que dice que nuestra capacidad en ello es bajita. Y al final Susana plantea una cuestión: Pero ¿cómo enseñamos a los espectadores a diferenciar estas cuestiones? ¿se puede educar el sentido común?
¡Es que no es sólo sentido común! Por supuesto que existe la “alfabetización audiovisual”, otra cosa es que no la practiquemos. Permitidme establecer un paralelismo: saber leer no implica comprender el texto ni saber interpretarlo. Y estoy segura de que Susana recuerda con cariño las clases de comprensión e interpretación de texto.
Sin embargo, y a pesar de que de unos años a ahora, el grueso de la información que nos llega es a través de mensajes audiovisuales, nadie nos ha enseñado a “leer e interpretar” la imagen audiovisual. Por eso aunque Susana diga que tenemos mucha práctica en visualizar mensajes audiovisuales, ello no implica que seamos capaces de decodificarlos e interpretarlos adecuadamente. De ahí que yo sostenga que SÍ es necesaria, cada vez más, una alfabetización audiovisual, como complemento de la alfabetización tradicional.
¿Qué cuando pensamos introducirla en la enseñanza? Ni idea, oiga. De hecho parece que en algunos colegios y a determinadas edades, es más importante aprenderse las canciones de Disney…
1 comentario en «Alfabetización audiovisual: SÍ, GRACIAS»
Los comentarios están cerrados.
Tienes razón, es necesario cierto grado de alfabetización digital pero yo intentaba hacer hincapié sobre todo en el hecho fundamental de que nadie puede educarnos a interpretar ciertos códigos televisivos que son tan obvios como la ausencia de sentido común en algunas cabecitas.
De verdad, cuando hace unos días leía que la gente se había asustado con El Hormiguero pensando que habían decapitado a Dani Martín, no salía de mi asombro. En estos casos es una cuestión de alfabetización en general, de sentido común, de madurez, no es un problema de códigos audiovisuales.