Hace casi dos meses que tengo mi flamante Honda Insight y quería dedicarle un artículo, en parte inspirada por el proceso de compra de Antonio Ortiz con su Toyota Prius y en parte porque ha sido una experiencia 2.0 desde el punto de vista la recomendación social.
Para poneros en antecedentes o contaré que primero tuve un Opel Kaddet 1.8 de gasolina. Un gran coche pero que nos salió gafe y le pasó de todo incluyendo un robo de unos 15 días. Después tuve un Rover 200 de motor 1.4, también de gasolina cuya junta de culata decidió abandonarme un día, aunque he de decir que hasta ese momento resultó un coche estupendo. Y por último, tuve un espantoso Seat Ibiza Diesel 1.9, que tiene el dudoso honor de encontrarse en el “top 3” de los errores más grandes de mi vida. En primer lugar por haberme dejado convencer de que fuera un diesel, que con una media de unos 12.000 km. por año no se justifica; por escogerlo de 3 puertas, lo que sólo fue culpa mía, y en definitiva por escoger un Ibiza, que en parte fue culpa mía, y en parte por las circunstancias de aquel momento en el que necesitaba un coche bueno/bonito/barato en la menor cantidad de tiempo posible.
Al fin, este año, pensé que podía empezar a plantearme el cambiar de coche, y a echar un ojo al mercado así como a comentarlo con mis amigos (ya que yo no tengo la menor idea de coches). Las condiciones que yo misma me había puesto eran:
- Cambio automático: tengo el tobillo izquierdo destrozado por numerosos esguinces y cuando me duele es un infierno conducir
- Hatchback de cinco puertas: Ni me gusta ni necesito una gran berlina que no pueda aparcar
- Gasolina: nunca me acostumbré al diesel, y creo que por eso le cogí tanta manía al pobre Ibiza
- Posibilidad de que fuera híbrido: entiendo que es el paso intermedio hasta que hagan coches eléctricos con una autonomía decente
A partir de ese momento todo a mi alrededor eran señales de que me comprara un Toyota Prius. Conocía la experiencia de Antonio, que además se había ofrecido gentilmente a dejarme probar el suyo, y curiosamente en Corea conocí a dos personas muy distintas que lo tenían y estaban encantadas con él. Uno de ellos era un perfil muy similar al de Antonio, en cuanto a persona tecnológica, maquera y joven (o lo que yo entiendo por joven ;). La otra persona era algo más mayor, casi en el camino de la jubilación, y con un nivel tecnológico inferior, pero también estaba muy contenta con su reciente adquisición.
Por otro lados, mis amigos entendidos en coches me decían que invertir en coches nuevos era absurdo pudiendo conseguir estupendos descuentos con coches de un año o menos. Como ya había tenido coches nuevos y de km. cero sabía que tenían razón, así que dentro de las condiciones quería ver si podía encontrar algún vehículo de los de prueba de los concesionarios o algo así. Pronto descubriría que no.
Pedí una prueba del Prius en la Web de Toyota, pero antes de que llegara el día, y de casualidad, estaba en el concesionario de Vélez donde tenían un Toyota Auris (también híbrido) de prueba, y allá que lo probé. Me pareció un coche muy agradabe de conducir y que podía encajarme, aunque tal vez fuera un pelín pequeño. No obstante me hicieron una buena oferta y el trato con el vendedor fue muy bueno. Fue allí donde me enteré de que era “prácticamente imposible” conseguir un híbrido de km. 0 ya que están subvencionados por la Junta de Andalucía y eso impide su venta hasta los cinco años de matriculación o algo así. Por otro lado, el mercado de coches automáticos de segunda mano se reduce casi exclusivamente a concesionarios multimarcas, que la verdad no me ofrecen mucha confianza.
A los pocos días y de casualidad, vi un Honda Insight aparcado en doble fila cerca de mi casa. Apenas pude verlo porque yo iba en coche, pero me sirvió para darme cuenta de que Honda también tenía modelos híbridos, así que pensé en echarles un ojo.
Había concertado mi cita con Toyota, pero antes de ella, un día que pasé por delante paré para echarle un ojo en vivo al Prius (que no tenían en Vélez) y hacerme una idea del tamaño, ya que me preocupaba el que me costara aparcarlo en la plaza de aparcamiento de mi edificio, que es un poco justa.
Allí me atendió una señorita muy amable que me enseñó un precioso Prius negro y un Auris blanco, y a falta de hacer la prueba y valorar mi coche, me dio precio de ambos coches en un par de configuraciones de equipamiento distintas, y casi ilógicas. A veces una gama superior suponía perder algunos extras del modelo inferior, por los que había que pagar aparte si se querían.
Como el concesionario Honda está muy cerca del de Toyota decidí pasarme por allí a ver si podía ver el Insight, y allí estaba, en gris oscuro, en la exposición. Me fui directa hacia él le abrí la puerta y empecé a inspeccionarlo por dentro y por fuera. En seguida se nos acercó Francis Rengel, jefe de ventas, con cara un poco de sorpresa ante mi determinación, pero enseguida empezó a resolver todas mis dudas. He de decir que me entendió perfectamente, y me cogió la medida pronto, por lo que enseguida nos entendimos muy bien y resolvió mis preocupaciones. Las diferencias fundamentales entre un híbrido y otro son:
- Honda: El motor eléctrico apoya al motor de gasolina y le da más caballos de potencia, pero no puede funcionar el sólo. Depende del motor de combustión
- Toyota: el motor eléctrico funciona sólo mientras el coche vaya por debajo de 50 km/h, y a partir de ese momento funciona conjuntamente con el motor de combustión.
A partir de ahí las diferencias eran muchas, pero no quiero aburriros con detalles técnicos que podéis encontrar en los catálogos y webs de vehículos. En términos generales os diré que los Toyota ganan en potencia de motor, pero los Honda están mucho mejor equipados (Puerto usb que carga para el iPhone, encendido de luces automático, limpiaparabrisas automático…), y a un mejor precio, pero mucho mejor. Además prefiero el cambio automático de Honda que es un cambio con levas que me permite, en momentos puntuales, hacer una conducción manual si es necesario, mientras que el Toyota es automático puro y no permite ningún tipo de cambio manual.
Para mí el motor del Honda es más que suficiente (1.400 cc), y encima resulta, que con ese motor, pago menos impuesto de circulación y menos cuota de seguro del que pagaba con el Ibiza (motor 1.900). Más coche con menos gastos!
Para colmo de males, cuando llegué a casa y comparé los precios que me habían dado en Toyota Málaga con respecto a Vélez Málaga, me doy cuenta que en Málaga cualquiera de los modelos me sale 1.000 € más caro, lo que ya me puso de cierta mala leche…
En ese momento, y tras la pertinente búsqueda y consulta en foros especializados, ya tuve claro que por precio y equipamiento mi vehículo iba a ser un Honda Insight Executive, aunque aún quedaba que Honda valorara mi vehículo y que aún hiciera la prueba de conducción del Prius que tenía unos días más tarde.
La prueba con el Prius fue bien, pero yo ya estaba muy descontenta del extraño baile de precios en Toyota, y el Honda me había gustado mucho. Para rematar la faena, ese día en Toyota, volvieron a darme precios, y sorprendentemente habían subido 1.000 € más con respecto a la anterior oferta del mismo concesionario unos días antes, y 2.000 € más que el presupuesto del concesionario de Vélez Málaga. Comprarme un Toyota con la sensación de que me estaban tomando el pelo no era algo que entrara en mis planes más inmediatos, así que seguí mis conversación con Francis en Honda.
Todo parecía ir de perlas cuándo nos encontramos con un pequeño detalle sin importancia: no había ningún coche negro en toda España para la venta. El Insight se rediseña para el año 2012 así que el stock es muy limitado. Mis opciones eran esperar unos seis meses al nuevo rediseño o coger un vehículo en gris claro o en gris oscuro. No me preguntéis por qué, pero no me gustan los coches grises, y no quería uno bajo ningún concepto.
Pero afortunadamente ellos sí tenían un vehículo de ocasión que utilizaban como vehículo de cortesía, y que podían vender dado que no le habían aplicado la subvención. Cuando lo vi supe que era el mío: Negro, con la equipación que yo quería, con menos de 20.000 km., con todas las garantías de la propia Honda Dream Selection, y con un considerable descuento sobre el precio del mismo vehículo nuevo. Por no hablar de la estupenda matricula que parecía pensada para mí 😉
Conclusión: Éste es mi coche y estoy convencida de que es la elección perfecta para mí. Un perfil de alguien que hace pocos kilómetros al año, que no disfruta especialmente conduciendo y que sólo quiere comodidad y fiabilidad. En ese sentido el Honda Insight representa para mí la versión maquera de un coche. No tengo que preocuparme de nada, de todo se ocupa él, hasta de encenderme y apagarme las luces.
Si a eso añadimos por un lado, la desconfianza que me ha creado el concesionario de Málaga de Toyota, y por otro, el exquisito y perfecto trato de Honda, y en particular de su jefe de ventas, Francis Rengel (con quién resuelvo cualquier tipo de duda a través de Whatsapp) no me cabe la menor duda de que he tomado la decisión adecuada.
Así que si os estáis planteando cambiar de vehículo, echadle un vistazo a todos los modelos de híbridos que tiene Honda (que hay para todos los gustos), y sí sois de por aquí no dejéis de preguntar por Francis, que estoy segura de que os tratará tan maravillosamente como a mí 🙂
No te arrepentirás, amiga. Yo también tengo un Honda (Accord) y son fiables y cómodos al 100%. Yo venía de tener un Honda Civic
Felicidades!
No puedo decir mas que gracias. Como ya t comenté, tambien para mi ha sido una muy buena experiencia vendertelo. Un abrazo
Interesante comentario de un coche muy poco visto y aun menos comentado. Me alegro por el trato de Honda: si no hay servicio postventa, no hay nada en un producto. El que sea.
Lo de la matrìcula es todo un acierto, así como el concepto Mac que buscabass en un vehìculo: “yo no quiero saber de mecànica, solo busco fiabilidad”, me alegro