El Photoshop, ese terrible amigo (?) de las mujeres y terrible enemigo de los hombres que les hacen ver una mujer que sólo existe en los ordenadores y en su imaginación.
Tampoco es culpa del Photoshop, que no tiene nada de malo disimular un granito o borrar un cabello que inesperadamente te cruza por la cara. Lo malo es abusar hasta tal punto que original y retoque se parezcan como un huevo a una castaña. Y si no mirad el siguiente vídeo.
Y lo permitimos, y lo alimentamos…
Vía: See Why We Have An Absolutely Ridiculous Standard Of Beauty In Just 37 Seconds.