Como ya os comenté, el pasado lunes tuve el placer de presentar junto a @SoniaChaconp Los Medios después de Internet de José Luis Orihuela, a quién me une no sólo la relación profesional sino una buena amistad que empezó de modo virtual hace ya más de una década y se sigue afianzando con los años.
Chacón se encargó de presentar al autor, y yo tenía encomendado introducir el tema, y he pensado compartir con vosotros las notas que tomé para ese día y que saqué a partir del siguiente párrafo:
Los medios cambian cuando cambia la cultura de la audiencia, y aunque el cambio esté inducido por la tecnología, su naturaleza es mucho más profunda: tiene que ver con los nuevos modos en los que se produce, se distribuye y se consume la información.
José Luis Orihuela
Los medios de producción en los medios de comunicación se han abaratado considerablemente. No hace tantos años cuando tener una cámara réflex analógica era un buen capricho y salía muy cara la afición a la fotografía, con los revelados y las copias en papel. Hoy llevamos ordenadores en el bolsillo con una potencia superior al que llevaba la nave que aterrizó en la luna. Llevamos nuestra vida entera en los móviles. Llevamos la biblioteca de Alejandría en los móviles, tenemos acceso a un montón de conocimiento. Incluso a una cantidad excesiva de información.
Con eso pasamos a la distribución. Internet ha posibilitado que todos los medios, pequeños, grandes, televisiones locales, periódicos de pueblo, radios de barrios, absolutamente todos se vuelvan globales y accesibles desde todo el mundo. Literalmente, cualquier persona se puede convertir en un pequeño medio de comunicación y distribuir información. El que antes era un receptor pasivo de la información sin apenas capacidad de interactuar con el emisor de información, como no fuera a través de las cartas al director, o las llamadas del oyente… se ha convertido en un generador de contenidos. La nueva audiencia es participativa y genera sus propios contenidos, formando parte de la gran conversación que en la Web 2.0.
Eso nos lleva también a un distinto modo de consumir la información. El lector pre Internet compraba todos los días el mismo periódico, escuchaba las mismas tertulias de radio y veía el informativo de la misma cadena, con lo cual al final recibía una información muy concreta. Nuestra audiencia actual quieres informarse sobre un tema y busca todo lo que pueda encontrar, y el espectador más joven no va buscando la marca de la cabecera del medio, y de hecho en muchos casos ni siquiera distingue entre un medio tradicional o un blog.
Los medios de comunicación de hoy no tienen que competir por la atención del espectador con otros medios de comunicación, sino literalmente con cualquiera, con vídeos de gatitos, de bebés parlanchines y montajes de citas de escritores cuya autoría es más que dudosa. Y los medios aún se están adaptando. Tienen que competir en un mercado sobresaturado por la atención del lector que será la que le posibilite los ingresos a través de la publicidad. Y en ocasiones eso ha llevado a que veamos en los medios informaciones que hace años no habrían tenido cabida. Ahora hay que alimentar a la bestia continuamente para que el lector siempre tenga algo nuevo que leer, un click nuevo que apretar. Y la relevancia de la información no es siempre el primer criterio.
Sin embargo, hemos aprendido también, que ahora se consumen más contenidos que nunca. Entretenimiento, música pero también información. El usuario hoy está consumiendo casi permanentemente. En el autobús, esperando el turno en la frutería, mientras te cortan el pelo… Pero el nuevo usuario dispone de tanta información a su alcance que es fácil que se distraiga, y por eso es necesario informarle pero también entretenerle.
Nos pasa a nosotros como docentes. Si pretendiéramos seguir dando clases magistrales en las que llegamos y soltamos una chapa de una hora tendríamos estudiantes dormidos, o perdidos en su portátiles navegando por la Red. Ahora las clases tienen que ser más dinámicas y participativas, porque es lo que les hará aprender. Igual que nosotros los profesores, los medios también han de encontrar el camino para poder seguir ofreciendo toda la información relevante y hacerlo además de una manera atractiva. Seguirá habiendo espacio para los grandes reportajes profundos y complicados que requieran mayores niveles de atención y de reflexión. Pero la información diaria ha de ser más ágil y digerible. Queremos saber mucho en poco tiempo. Y ése es el gran reto de los medios en el futuro.
Aun no sabemos lo que va a pasar, pero tenemos la suerte de contar con estupendos analistas como José Luis Orihuela que nos irá guiando en este camino de transición, y su libro “Los Medios después de Internet” es un buen compendio de todo ello.
Fotografías de @NachoGutierrezR de Ars Fotografía. Galería de fotos en Flickr.