Que me acabo de dar cuenta de que nunca hice la review del Apple Watch, y que la del Pebble es de 2015. Qué desastre. Pero, lo cierto es que al menos será la review de alguien que lo ha usado intensivamente desde su salida.
Como recordaréis, y si no para estoy yo aquí, yo venía del Pebble. Incluso había probado unas cuantas imitaciones chinas del Apple Watch, pero el resultado era tan decepcionante que ni me planteé hacer una review. El fallo fundamental de todos ellos (excepto del Pebble claro), que si te separabas metro y medio se desconectaba del reloj, y lo que es peor, te vibraba reclamándote la reconexión. Un martirio digital.
No he probado un reloj Android en condiciones pero espero hacerlo en breve. En cualquier caso, resulta asombroso lo fácil que es acostumbrarse a recibir las notificaciones en la muñeca. tanto es así, que cuando ocasionalmente me pongo un reloj normal, sigo girando la muñeca para mirarlo cuando noto la vibración del teléfono. Y es que el perro de Paulov a mi lado era un principante 😉
Pero es cierto que el Apple Watch es un punto más, un nivel superior. Si eres usuaria del resto de tecnología Apple, y más concretamente del iPhone tiene mucho sentido que tu smartwatch también sea Apple ya que la integración con el teléfono es casi perfecta.
Pero no todo es color de rosa, aunque mi correa sí lo sea. Algo que me sigue incomodando de los smartwatches es que te reclame demasiado la atención, por lo que he limitado las notificaciones del reloj a las estrictamente imprescindibles. También me resulta llamativo que mientras que hay applicaciones que son capaces de detectar los cambios durante el ejercici, como por ejemplo que te pares, el smartwach de Apple aún no lo hace. Se suponía que lo hacía con el nuevo sistema operativo, pero a mí no me ha funcionado.
Pero pese a todas las pegas que pudiera sacarle, y las que ya habréis leído lo cierto es que prácticamente no me lo he quitado desde que lo tengo, lo que es mucho decir para alguien que como yo colecciona relojes, y por tanto tengo una amplia variedad donde elegir cada mañana. Sin embargo, la comodidad que supone el hecho de no tener que sacar el teléfono del bolso en muchas ocasiones es algo que engancha.
A lo único que no me acostumbro, y que sólo he usado en un par de ocasiones es lo de contestar al teléfono a través del reloj. Admito que tiene que ver con mi sentido del ridículo. Y si estoy sola no me importa, pero me da vergüenza hacerlo en medio de la calle.
¡Se me olvidaba! La última actualización del sistema operativo le ha dado un buen meneo al reloj pero una de las cosas que más me ha gustado y que más útil me resulta es el hecho de que recordatorios esté incluido. Y cómo véis yo lo tengo incluso en mi esfera principal. ¿Sabéis lo cómodo que resulta salir a hacer los recados y no tener que andar con el teléfono en la mano para la lista de todo lo que hay que comprar? Puede que os parezca una tontería pero a mí me ha dado la vida, y sin exagerar nada, nada 😉
Por último, y algo que se me criticó en mi revisión del Pebble pero que tengo que volver a sacar aquí. El Apple Watch me parece feo. No me gusta nada, ni con correa de siliciona, ni metálica ni de cuero… Lo llevo por comodidad, pero no es un dispositivo tecnológico cuya estética me agrade. Ya sé que es cuestión de gustos, pero precisamente por eso a mí me gustaría poder escoger, porque es algo que llevo todo el día.
Afortunadamente, ya hay marcas de relojes trabajando en otros modelos de smartwatch, que puede que no sean de Apple, pero cuyo diseño está mucho más cuidado, como el Access de Michael Kors. ¿Sería capaz de renunciar a la comodidad de la compatibilidad del modelo de Apple para premiar el diseño? Ya veremos…
Un artículo genial, me ha gustado mucho leer todas las virtudes del apple watch. Yo estaba planteándome comprármelo, pero ahora ya lo tengo bastante más claro gracias a tu review!
Te lo has currado, gracias por publicarlo!
De nada, siempre es un placer tener lectores participativos como tú 😉