154 votos. Eso es lo que le faltó a Adelante Málaga (Confluencia de Izquierda Unida y Podemos) para conseguir un cuarto concejal, lo que habría supuesto una cambio de color en el gobierno municipal de Málaga tras 25 años de PP. 154 votos que bien podrían estar escondidos entre las 4.380 personas que votaron Málaga Ahora, y tal vez se confundieran con la similitud de nombres de ambas formaciones. Yo aún lo hago, y siempre termino poniendo de coletilla “la de Zorrilla” o “la de Galindo”. Lo que parece claro es que esa división, basada en personalismos, que no en ideologías, sólo ha perjudicado a la izquierda.
Pero eso fue ayer, y tras casi seis horas de directo televisivo en @101tvmalaga, con la resaca electoral volvemos al terreno de la política-ficción, y aquí se plantean dos posibles escenarios: Por un lado estaría el gobierno bipartito entre el PP del incombustible Paco de la Torre y Ciudadanos, que parece ser la opción más probable. Pero dadas las declaraciones del resto de candidatos ayer, Dani Pérez (PSOE) y Eduardo Zorrilla (Adelante Málaga) lanzándole un claro guante a Juan Cassá (Ciudadanos), no se puede descartar lo que probablemente sería un gobierno tripartito entre todo lo que no es PP. Sobre todo teniendo en cuenta que Cassá ha dicho y repetido (anoche mismo) que no pactaría con un partido con “investigados” en sus listas, en clara alusión al PP, y que ellos siempre tenderían al pacto por el cambio.
Pero en esta ocasión, la incertidumbre no durará, ya que el mecanismo de investidura es distinto al de las elecciones generales, y dicta que en el día señalado para la formación del gobierno municipal (15 de junio), si no sale un alcalde en la votación, será la lista más votada (PP) la que finalmente se quede con la alcaldía de Málaga.
Es una opción que evidentemente no le interesa en Cassá que, pese a ser el perdedor de la noche, tiene la llave para entrar en cualquiera de los dos gobiernos matemáticamente posibles. Y aunque se pudiera pensar que a priori Ciudadanos y Adelante Málaga no pactarían ni bajo la amenaza de Drogon, no olvidemos que la política local es distinta, y que la cabeza de Adelante Málaga es Eduardo Zorrilla, de Izquierda Unida, cuyo talante de diálogo y acuerdos es de sobra conocido.
No obstante, hemos de tener en cuenta que estas decisiones no se tomarán exclusivamente a nivel local, como ya dejó bien claro Cassá al anunciar que no daría declaraciones hasta que lo hiciera Juan Marín desde Sevilla; ya que los líderes nacionales y autonómicos de que cada partido tendrán mucho que decir al respecto del reparto de alcaldías, diputaciones provinciales incluso alguna comunidad autónoma.
Comenta hoy Roberto López que los electores nos merecemos un descanso: “luces largas y alguien al volante” Para ello también nos merecemos unos políticos a la altura de los resultados y las circunstancias. Y éste es el momento de demostrar de qué están hechas sus promesas electorales, si de coherencia o de papel mojado.
– ¿Y las europeas?
– Esas elecciones de las que usted me habla, si eso ya…