Malos tiempos para Mediaset, buenos para la programación

Hace tiempo que vemos que la debacle de la programación de Mediaset es inevitable. Y mucho se está escribiendo sobre eso. De hecho desde dos medios de comunicación se me ha preguntado sobre el tema. Por un lado, Álvaro Roldán en el Confidencial me entrevisto y lo podéis leer en La televisión no está llegando a los jóvenes, dónde ya mencionábamos en mayo de este año la necesidad de Telecinco de reconfigurar su parrilla. Por otro lado, Natalia Marcos nos preguntaba directamente sobre este tema en octubre en El fin de la era Vasile en Mediaset, el fin de un modelo televisivo.

Pero necesitaba ordenar un poco mis pensamientos para intentar averiguar algunas de las causas que nos han llevado a este punto tan fascinante de la programación en televisión. Sobre todo porque al ver este tuit de hoy de El Confidencial, me ha asaltado una apabullante sensación de pescadilla que se muerde la cola. Me explico:

Hay muchos factores que han influido en el desgaste de la parrilla de Mediaset, pero

… la programación nunca triunfa o fracasa sólo por lo que uno mismo hace, sino también por lo que hace la competencia.

Hace algún tiempo…

Telecinco empezó a despuntar con una parrilla orientada claramente al entretenimiento y más en concreto centrada en los programas de cotilleo y los realities, comenzando con Gran Hermano. De hecho, el reality en emisión se convirtió en la espina dorsal que alimentaba de contenidos toda la parrilla empezando desde por la mañana, hasta por la noche, e impregnando toda la semana con galas, especiales, express y demás formatos cuyo objetivo era exprimir la gallina de los huevos de oro.

Eso hizo que Antena 3 abandonara allá por 2011 ese tipo de programación, para centrarse en otros contenidos donde la competencia no era an feroz. Siempre fueron buenos encontrando “huecos” en los que una programación diferente podía hacerles triunfar sin que supusiera un costo enorme. Ellos fueron los creadores de “las pelis para la siesta de los fines de semana”, claramente identificadas con Antena 3. Y ya en 2018, se atrevieron con la novela turca Fatmagül, que les supuso un considerable éxito de audiencia, pese a que Telecinco ya también había emitido una telenovela turca en la temporada anterior. Tras el éxito de Antena 3 Atresmedia (1) con esta apuesta, emitió tres más en el mismo año Amor de contrabando (Ay Yapım, 2018), Sila (Fm Yapım, 2018) y Ezel (Ay Yapım, 2018), y otras seis en 2019, y así es como se convirtió en la cadena reina de las telenovelas turcas.

Por no hacerlo muy largo, ha habido un tiempo de cierto equilibrio en el que a Telecinco se funcionaba muy bien su estructura cerrada en la que tenía una cantera de “personajes” que luego alimentaban otros programas con sus conflictos, mientras que Antena 3 conseguí también buenos resultados con formatos como “Tu cara me suena” y una sólida audiencia en sus concursos. Las diferencias de audiencia entre uno y otro globales eran estrechas en audiencia global, si bien podía haber diferencias en segmentos concretos de población, pero no os aburriré con números.

Pero hay un punto de inflexión, si bien no se le puede atribuir toda la culpa de lo sucedido a Telecinco. Me refiero a la pérdida de Pasapalabra. Un concurso que funciona extraordinariamente bien lo emita quien lo emita, y lo presente quien lo presente. Este cambio coincide además con el enrranciamiento de la parrilla de Telecinco y del cansancio de sus espectadores ante unos formatos que apenas cambiaban y que se repetían una y otra vez. A partir de aquí Telecinco empieza a dar palos de ciego en esa franja:

  • Alargando Sálvame
  • Acortando Sálvame
  • Metiendo otro concurso con Christian Gálvez
  • Metiendo el programa de Sonsoles Ónega

Y no sólo en ese hueco, estrenó lo que se suponía iban a ser éxitos sin precedentes como la nueva temporada de Pasión de Gavilanes, cuya promoción fue enorme, y a pesar de ello, pincharon. Pero no me malinterpretéis, todas las cadenas intentan imitar el éxito de su competencia, y así mientras Telecinco probaba con culebrones, Antena 3 lo intentó también con varios realities, como con El Bus. Sin éxito, claro.

En la actualidad…

La última gran apuesta de Telecinco para remontar esa hueco maldito que les dejó Pasapalabra (y después abandonó Sonsoles Ónega para irse a Antena 3) era el estreno de Café con aroma de mujer. En competencia directa con Sonsoles. Y una vez más han fallado estrepitósamente. Tanto, que incluso han afectado al informativo de Piqueras que fue superado por el Telediario 2.

Y aquí es donde yo veo la gran ironía de todo este asunto:

Telecinco intenta atacar a su competencia con lo que le hacía fuerte, es decir, un culebrón turco, y Antena 3 le gana volviendo a introducir en su parrilla el cotilleo con el nuevo programa de Sonsoles Ónega, tras más de diez años sin ese tipo de contenido.

No me digáis que no es justicia poética.

Como ya he dicho, no hay eventos o acciones únicas que puedan justificar todo este lío de la programación en Telecinco, porque además, aquí no hemos mencionado (por ejemplo) que estos canales grandes generalistas se han olvidado por completo del público joven, y si queréis otro día hablamos de ello. Pero para los que impartimos Programación Audiovisual en la universidad es sin duda un año fascinante.

Bibliografía:

Hidalgo-Marí, T., & Segarra-Saavedra, J. (2021). Telenovelas turcas en el canal temático digital Nova: nuevos horizontes narrativos y de programación. https://doi.org/10.12795/Comunicacion.2021.i19.01

(1) Corregido por HojaJComentaTV (Gracias)

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