En unos días tendré un encuentro con jóvenes estudiantes europeos que están de visita en la Costa Del Sol y me han pedido que les hable sobre desinformación adolescente, tema sobre el que investigo habitualmente. Pero nunca había pensado en este problema centrándome en esta edad, y claro, me he puesto a documentarme y mis niveles de preocupación se han disparado.
¿Sabías que la mitad de las niñas y adolescentes del mundo han sufrido ansiedad, depresión o estrés por culpa de la desinformación y las noticias falsas en internet? ¿Que una de cada cuatro niñas se siente físicamente insegura? Yo no tenía ni idea…
Seguro que ya sabes que la desinformación es un fenómeno que consiste en difundir información falsa, engañosa o manipulada con algún fin, como influir en la opinión pública, generar confusión o miedo, o favorecer intereses políticos o económicos. Pero es que los adolescentes son especialmente vulnerables a la desinformación, ya que acceden a la información principalmente a través de las redes sociales, donde abundan los bulos y las fake news. Y esto puede afectar negativamente a su bienestar emocional, su aprendizaje y su liderazgo.
Y además de los efectos psicológicos que pueden sufrir los adolescentes por la desinformación, existen otros riesgos para ellos, como son los ciberdelitos. Algunos ejemplos son las amenazas y coacciones, los delitos sexuales y cómo no, los fraudes informáticos. Aquí os dejo un ejemplo que pone los pelos como escarpias…
Por eso es muy importante que los adolescentes desarrollen un pensamiento crítico y una actitud responsable ante la información que reciben y comparten en internet. También es recomendable que consulten fuentes fiables y contrasten la información con diferentes medios o fuentes antes de creerla o difundirla. Y es nuestra labor enseñarles a hacerlo.
Y ahora necesito tu ayuda: ¿Qué opinas sobre este tema? ¿Qué haces tú para evitar caer en la desinformación? ¿Qué consejos le darías a otros adolescentes para protegerse de las noticias falsas? Déjame tus comentarios 🙂
Recuerdo y agradezco enormemente a esos profesores que nos enseñaron a leer varios periódicos y a contrastar las noticias, creo que su empeño ha dado resultado.
Creo que se confunde demasiado redes sociales e información y no hay costumbre de usar el buscador de google ni bien, ni demasiado. O a plantearnos siquiera la misma búsqueda en un buscador distinto o cambiando algunas palabras de nuestra pregunta.
En lo que al campo sanitario concierne, que es mi entorno, cualquiera que robe una frase de una conversación de unos desconocidos en un trayecto en bus adopta el título de Doctor y reparte consejos a gente que los acoge con mas interés que los que le da su médico habitual.
Buscar, contrastar, preguntarse si eso es verdad o te estan engañando. Eso es lo que. Eso que falta.